Benidorm

Benidorm.- MINIMA EFICIENCIA por LEOPOLDO

El máximo rédito de la mínima eficiencia en Benidorm

Leopoldo Bernabeu

Presidente de Ciudadanos por Benidorm

Estoy cada día más convencido que ni en el mejor de sus sueños habría imaginado jamás, el astuto de Toni Pérez, que iba a disfrutar de un escenario político como el actual. Si nos retrotraemos al resultado electoral de hace dos años, todavía resulta más inaudito. Tenemos alcalde como mínimo para dos años más, gracias al “esfuerzo” que entre todos hemos hecho para allanarle el camino a este despierto administrador. Yo lo tengo claro, no sólo porque he vivido la situación desde dentro y la he padecido como ninguno, sino porque todavía me queda algún rescoldo de mi paso por la mediática y no hay que ser ningún doctorado para visualizar con claridad la platea de autos.

Dos momentos de esta semana me han confirmado los evidentes presagios que no hacen más que confirmar la cruda realidad. El primero fue la charla que mantuve con un concejal del equipo de gobierno que me decía, con entusiasmo y regocijo, lo deseoso que estaba de que llegaran las próximas elecciones, contando los meses uno por uno, para barrer del mapa al Psoe, justificando tal ilusión con el argumento de lo complicado que tuvieron el panorama en los pasados comicios y aun así consiguieron gobernar, momento que no desaprovecharon a pesar de su insultante minoría, algo que a día de hoy no sólo se mantiene, sino que incluso han conseguido incrementar con la “compra” de dos pre-jubilados desahuciados y decididos a conseguir su personal objetivo de subsistir a costa de sus votantes y del dinero público.

El segundo, una comida con un importante y destacado militante del partido socialista que, absolutamente apesadumbrado, me confirmaba que con la actual oposición, “tenemos Toni Pérez mínimo seis años más”.

Dicho esto, lo demás era tarea fácil y conocida para los expertos actores, sólo era cuestión de ponerla en práctica con calma. Inocular en la sociedad “despacito”, como diría Luis Fonsi, una sensación absolutamente irreal pero de gran calado y exitoso resultado: hacer ver como que están haciendo muchas y grandes cosas por la ciudad y su futuro, cuando en realidad este equipo de Gobierno lo único que hace, eso sí, muy bien, es salvar el día a día con la mínima eficiencia pero con el máximo rédito, pues lo venden a las mil maravillas.

No me dirán que no se han cambiado los tradicionales papeles de bando en Benidorm. Esa forma de actuar que acabo de describir siempre fue el gran baluarte del Psoe de Rubalcaba, algo que sus chicos de aquí han puesto en manos del perspicaz y clarividente Toni Pérez. Y tiene su mérito, oiga, a cada uno lo que le corresponde. No es fácil conseguir que todo el mundo crea que eres bueno sin haber hecho nada de calado, y más aún cuando los principales medios no son precisamente de tu cuerda ideológica. Chapeau.

Un agudo y avispado alcalde, que con 22 años de experiencia en la administración local, supo leer la situación que se avecinaba mejor que ningún otro, ha disfrutado como un Emperador dirigiendo con su pulgar la vulgar matanza de ridículos gladiadores que nos batíamos en mitad de un patético circo, mientras él, racimo de uva en mano y pierna por encima de la silla, sabía que sería el único ganador. Y así ha sido. Dos años después, con más de la mitad de la legislatura agotada, ha conseguido que la oposición no exista. Su astucia ha desarrollado un curioso escenario: el Psoe no es ni mucho menos la oposición que debería ser con 7 concejales, Gema Amor está prácticamente fuera de juego, los dos vulpéridos a los que nadie votó fagotizados y actuando de marionetas del poder, y los chicos de Ciutadans, en una lucha diaria hacia ningún sitio, para no quedar como los culpables de que no se haya hecho una Moción de Censura por un lado, y que no son la muletilla del poder por el otro. Menudo panorama.

La ciudad de Benidorm, salvando la infinidad de policías tumbados que nos han puesto, las decenas de kilómetros de carriles bici y asfalto a destiempo de algunas avenidas, sigue Exactamente Igual. Y aun así, el bueno de Toni Pérez es hoy un alcalde magnífico, admirable y con grandes dotes de clarividencia. El verdadero Rey Tuerto en el país de los ciegos.

Que más dará si el Gobierno de Toni Pérez no ha movido un dedo por intentar rescatar el peaje de la A-7 como han pedido otros partidos a sabiendas de que es un peligro, y en verano mucho más. Para ellos parece ser que no es importante el tramo de carretera que nos lleva desde Benidorm hasta Alicante o la infumable, tercermundista y eterna carretera que nos une con Valencia. Resulta incluso lógico, al fin y al cabo fue un Gobierno del PP quien amplió, por todo el morro, la concesión por 10 años más de esta autopista, cuando desde el 2009 ya debería ser una carretera libre de ningún pago.

Que más da si todos nos conformamos con que nos vayan contando cuentecitos de la lechera sobre la Casa de Cultura, el Instituto Pere Maria Orts i Bosch, sobre la tercera fase del Paseo Marítimo o el verdadero y necesario proyecto de la Avenida del Mediterráneo, sobre el segundo Hospital de la Marina Baixa o el centro de salud del Rincón, sobre la prometida nueva Comisaría…y tantas cuestiones que de verdad son importantes para el futuro de esta ciudad y de las que nada sabemos, repito, nada sabemos a día de hoy y ya han pasado más de dos años desde que el descollante y genial Toni Pérez cogió la vara de mando de la ciudad de Benidorm.

No me quedo con las ganas de decirlo: que oportunidad histórica hemos perdido entre todos de cambiar Benidorm en estos cuatro años. Las urnas nos dieron la oportunidad. El problema, como siempre, éramos las personas, ávidas de poder, llenas de odio y sed de venganza, incapaces de comprender donde estábamos y para qué. ¡Qué siga la función!.