Y me pregunto… ¿Porque?
En mis anteriores artículos fui comentando las diversas preguntas que formulé en el último Pleno Ordinario del Consejo Vecinal. Las respuestas sutiles, etéreas y vanas que obtuve por parte del portavoz del equipo de gobierno y una votación me llevaron de la mano a una trilogía en la que ando perdido y quiero resolver:
1ª. Quien me respondió -más bien me indicó el camino para obtener las respuestas- me consta sabe leer. Pero tengo mis serias dudas si sabe interpretar las lecturas y lo que es peor, temo que sepa escribir. Dudo que tras leer mis preguntas concretas y determinantes, su contestación fuera una especie de “balones fuera”, es decir: “Diríjase a otro entorno para encontrar la respuesta”. Temo que no sepa manuscribir por una sencilla razón: Si exige las preguntas por escrito, lo lógico y correcto es que las conteste igualmente por escrito. Y no es así… ¿será que no sabe?.

2ª. El hecho de no responder directamente a las preguntas, debe originarse en la falta de tiempo en la resolución de las mismas, o tal vez en la carencia de un estímulo -sea económico o profesional-. Si lo primero es conveniente que acuda a RR.HH. del Ayuntamiento, revise el Presupuesto y presente una moción en un Pleno tratando de obtener un aumento salarial. Si lo segundo, es de más difícil solución, porque vistos los años de práctica que lleva en el oficio y el resultado obtenido… reciclarse es lo propio.
3ª. La permanente ausencia de transparencia, de nitidez, de claridad del equipo de gobierno del que forma parte, han marcado su estilo de translucidez, nitidez y diafanidad engañosas, lo que le aboca a contestar vaporosamente. En ocasiones -y hablando en términos taurinos- utiliza ambidiestramente el capote ante situaciones (temas) comprometidas.
Me veo situado ante este dédalo triológico insalvable en el que si alguien pregunta: ¡Como te atreves a hacer ese tipo de preguntas!. Solo tengo una sencilla respuesta: por tener derecho a hacerlas como vecino de Benidorm.
Si el Consejo Vecinal es una herramienta de participación activa en los asuntos públicos de mi ciudad. Si el Consejo Vecinal es una herramienta democrática, innovadora y transparente que acerca a la ciudadanía a la primera línea de la participación en las decisiones políticas, como dice nuestro Reglamento. Si los componentes del Consejo tienen derecho de acceso a la información pública (no solamente a la que la Administración haga pública por sí misma, o por imperativo legal) como cualquier vecino lo tiene. Si… para que seguir. Si tengo derecho de acceso a la información, lo ejerzo en cualquier momento, cuidando las limitaciones marcadas por otras leyes.
Existe un Consejo de Transparencia que nos garantiza precisamente eso, la transparencia, el buen gobierno y la participación. Recurro a ese régimen legislativo solamente en caso extremo, es decir cuando la transparencia es opacidad, el buen gobierno es caciquismo y la participación inhibición. Estoy en Benidorm no en un cortijo, o en una alquería.
En ocasiones da la impresión de que estamos rozando la frontera democrática/dictatorial. Y da esa impresión cuando al contestar las preguntas sin concisión, precisión y parquedad, se trasladan las respuestas a otros, lo que puede crear confusiones no deseables. Si no se contesta es porque se teme que la contestación, o mejor dicho, las posibles reacciones a la contestación descubran lo que no se quiere revelar y eso es muy peligroso. Es más, lleva a pensar que si no se contesta puede que sea por no saber contestar y en este supuesto la única postura decente es la dimisión.
Ese portavoz que cuando trata asuntos que le agradan si sabe replicar, dar explicaciones y contestar, rodeándose de fotógrafos y periodistas, en ocasiones -como suele decirse- da la impresión de que carece de abuela. En cambio no presenta igual carisma cuando las preguntas no son de su agrado y le resultan incómodas. Si hubiera interpretado -simplemente leído- el articulado de la Ley de Transparencia, Buen Gobierno y Participación Ciudadana otra música sonaría.
A todo esto todavía no hemos entrado en el ¿porque? Así que manos a la obra. La pregunta va dirigida exclusivamente a una parte de los miembros del Consejo Vecinal de Benidorm y tiene unos antecedentes, unas consecuencias y un imperativo. En el Orden del Día del último Pleno Ordinario de fecha 15 de marzo 2017 y exactamente en el punto 6º se votó entre otros asuntos la siguiente cuestión: “Así mismo en esta misma sesión se decidirá la continuidad, disolución o modificación de componentes, de las Comisiones específicas de:
-Día de las nacionalidades.
-Premio al vecino ejemplar.
-Comisión de Patrimonio.
-Comisión de Fundaciones.
-Comisión de seguimiento de las contratas Municipales.
Y así, al incorporar a la pregunta la palabra disolución, surgen cuestiones: ¿Quién tiene interés en que desaparezcan estas comisiones? Imposible que sea quien con su firma rubrica el Orden del Día. ¿Algún consejero está en el Consejo equivocado? Si es así, urgía su dimisión irrevocable desde el mismo momento que levantó su mano en favor de la desaparición de alguna de esas comisiones, porque si no le interesan el Día de las Nacionalidades, elegir un vecino Ejemplar, velar por el Patrimonio, descubrir la corrupción encubierta en ciertas Fundaciones, seguir las contratas Municipales y sigue sentado en la poltrona ¿PORQUE?, para que y con qué objetivo nos acompaña. ¿Que busca?
Si las preguntas son sencillas más sencillas son las contestaciones. Las contestaciones ya están claras en la mente del lector, no hace falta alumbrarlas.
La votación dio respuestas imprevistas, desconcertantes y asombrosas a las preguntas del Orden del Día, pero siguen activas todas las comisiones. El desconcierto, el asombro y lo inesperado fue que casi el 50 % de los consejeros votaran a favor de la disolución de las comisiones de Patrimonio y Fundaciones. Es un abracadabra: ¿Que esa proporción de consejeros trate de disolver ¿? el patrimonio de Benidorm? ¿Que ese porcentaje de consejeros del Consejo Vecinal renuncien y prescindan del destino de nuestro patrimonio y del maléfico pasado y presente de dos Fundaciones cuyo objetivo era cuidar de nuestros pobres?
Inaudito e imperdonable. Esos consejeros no peden permanecer en este Consejo. En mi opinión no merecen estar en el consejo porque han demostrado con su voto cual es realmente su interés y su objetivo. Mi opinión sobre quien o quienes propiciaron las preguntas formuladas en las votaciones es tan diáfana que no hace falta darla.
Consejo Vecinal, ¡Moriture te salutam!
José Antonio Corachán Marzal
Miembro del Consejo Vecinal
Categorías:Benidorm, Benidorm / deportes













Debe estar conectado para enviar un comentario.