Benidorm

Benidorm.- COLABORACIÓN DE LEOPOLDO BERNABÉU

Esto es la política en España y en Benidorm

No llevo nada bien esto de estar 72 horas seguidas sin poder darles mi opinión sobre los temas que salpican nuestro día a día, y claro, tiene sus consecuencias. Cuando digo de ponerme manos a la obra y conociéndome, me asusto, no sé por dónde empezar y no crean que es por falta de propuestas, sino por todo lo contrario. Tengo la errónea costumbre de pensar que he de hablarles sólo de un tema y desarrollarlo bien para que lo entiendan y saquen sus propias conclusiones. Hoy no va a ser así. Hoy tres, por el que toca y los que llevo de retraso.

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Empezaré por la época gloriosa donde se repartían los billetes por doquier en el Patronato de Turismo de la provincia de Alicante. Conocí muy bien la época donde uno de sus Presidentes tuvo que pasarlas canutas para defender su honorabilidad de todo tipo de ataques políticos y mediáticos mientras desarrolló su trabajo, un tiempo que más tarde la Audiencia Provincial de Alicante ratificó como impoluto. Pero ya saben ustedes aquello de “difama que algo queda”, y hoy en día, aquel Diputado, José Luis Calvo, todavía tiene quien le recuerda el episodio cada vez que quiere atacarle. Como anécdota sólo añadirles que el presupuesto que manejaba por entonces era 10 veces menor que el actual.

Llegó la época gloriosa del PP, esa que ahora vemos cada día en los telediarios y en los periódicos bautizada como Gürtel, Noos, Púnica y otros ilustres apellidos. Algunos como yo, que nos dedicábamos a sudar la gota gorda 14 horas al día para poder sacar nuestros proyectos mediáticos al frente y poder llevarlos hasta las más importantes ferias de Europa para que todos conocieran nuestra oferta, alucinábamos viendo el trasiego que la mayoría de los que hoy están imputados o a punto de entrar en la cárcel, llevaban entre manos. Suspirábamos profundamente en una especia de añoranza inalcanzable.

Se hizo pública el otro día la sentencia que mete en la cárcel a Correa y el Bigotes, y entendía yo que también a La Perla, Milagrosa Martínez, aunque esta parece que se salva poniendo 15.000 euritos, cantidad similar a la propina que podían dejar cualquiera de ellos en uno sólo de esos viajes que pagábamos a escote todos los valencianos. Llamé de inmediato a un antiguo colaborador y sin embargo amigo. Ambos recordamos una famosa conversación que tuvimos muy cerca de la puerta de Brandemburgo en una tarde gélida durante la celebración de la ITB de Berlín, que por cierto se celebra en las próximas semanas. Al llamarnos ya sabíamos los dos que íbamos a recordar aquel capítulo. Allí él, menor que yo, me dijo algo así como que de mayor le gustaría ser como ellos, a lo que yo le respondí que lo mejor que podía hacer era ser feliz con lo que tenía y seguir luchando en la empresa privada. Me hizo caso y hoy vemos los dos que le está pasando a aquellos que nos miraban por encima del hombro. Él es hoy un importante directivo.

Eso fue hace dos semanas, cuando esa sentencia tocó de lleno no sólo a los que se citan en los diarios, sino también a un de técnico, amigo personal y a la postre con el que nosotros tratábamos para intentar conseguir la publicidad institucional mínima y necesaria para poder editar nuestros medios de comunicación. Hoy ya estamos en el siguiente capítulo, el que empieza a poner el foco en la forma de gastar la pasta en el Patronato de Turismo, y esto es algo que sucede gracias al trabajo de Compromís, al que quiero agradecer su trabajo y no como la mayoría de las veces en las que le sobran las propuestas chorras en forma de mociones.

Siempre me sorprendió como era posible que todos los años y todos los stands que el Patronato montaba en las múltiples ferias turísticas a las que acudía, corrieran a cargo de una empresa que estaba en Bilbao. Una vez, vale, dos, también, pero siempre. ¿Es que no había más empresas?, ¿no las había en la provincia de Alicante?, ¿o es lo que todos ustedes ya están imaginando?. Es que son muy burros, o al contrario, se creían muy listos. Y claro, todo llega, que se lo digan a Urdangarín y compañía. Más de 3 millones de euros, troceados en más de 70 contratos, a dos empresas de la misma familia, en Bilbao…si lo ponen más fácil no sirve ni para película de risa. Aunque en el fondo y como sigan estirando de la cuerda, para más de uno se pude convertir en una película de terror.

Aviso a pescadores: si la trama se ha descubierto porque todas las facturas rozaban el mínimo exigible para no ir a un concurso público, es decir se troceaban adecuadamente, invito a Compromís para que investigue como se ha hecho esto en Benidorm en los últimos 20 años, seguro que a más de uno al leer estas líneas se le aprieta el nudo de la garganta de tal manera que no respira bien en varias semanas. Seguro que seguiremos hablando del caso de las facturas del Patronato durante mucho tiempo, de hecho es la época en la que los diputados de turismo eran siempre de Benidorm.

Por otro lado y cambiando de tercio, hoy me ha llamado la atención la forma tan distinta de ver como se ha avanzado en materia de centros comerciales en dos ciudades tan cercanas y tan distintas a la vez. Mientras vemos como una jueza ha decretado el abierto total en la capital alicantina, en Benidorm AICO nos recuerda que en ese informe del que ya les di mi opinión hace unas semanas, aceptaría que se montara uno en Benidorm a cambio de que los ingresos municipales que se generen en materia de impuestos, reviertan en inversión local. Y yo no puedo dejar de alucinar, como supongo que les sucederá a la mayoría de ustedes. Que empecinamiento en querer ponerle puertas al campo. Ni espabila el alcalde de Alicante, que lleva año y medio aplicando la sinrazón que ahora le desmonta una jueza por el sólo hecho de querer quedar bien de cara a la galería del pequeño comercio, ni AICO se decide a dejar de hacer el ridículo por un minuto.

Es loable que el alcalde de Alicante quiera defender al pequeño comercio, como lo es que AICO quiera defender a sus asociados, pero por favor dejen de sacar la patita del tiesto. Así no los defienden, al contrario, se exponen ustedes ante sus propias incapacidades en el espejo de la realidad. Repito, no se le pueden poner puertas al campo. Hace unas semanas el Centro Comercial La Marina Finestrat, el mismo que ha presentado recurso para que no se construya el de Benidorm, dijo que a partir de abril abriría todos los domingos y aquí no ha pasado nada. Llevan los de Alicante solicitando hacer lo mismo desde hace año y medio y dale que te pego con la cabezonería del alcalde. A todos nos gustaría no trabajar en domingo, pero los tiempos avanzan y las empresas saben de sobra como organizarse para que eso no afecte a la calidad de vida de ningún trabajador. Al contrario, genera más puestos de trabajo y permite a todos los que trabajamos de lunes a viernes, poder hacer las compras y visitar escaparates los fines de semana.

Termino con el asunto, me parece genial que AICO quiera dejarse ver en todo lo que concierne a la implantación del nuevo centro comercial, del que por cierto tardaremos en volver a tener noticias y no sé si buenas del todo, pero de ahí a querer dar instrucciones de cómo se tiene que hacer algo que no le concierne, no. AICO, que no su nuevo Presidente ni su nueva directiva, dejó pasar muchos trenes para subirse al carro de la lógica, evitando con todas sus fuerzas que en su recinto sin murallas, Benidorm, no entrara nada que les perjudicara, consiguiendo, como todos ustedes saben y disfrutan, el efecto contrario. Hoy todos los pueblos de alrededor, en mayor o menor medida, han desarrollado sus actividades comerciales e industriales y por supuesto viven de los compradores de Benidorm. Pretender ahora que ya nada pueden hacer, decirle al Ayuntamiento como tiene que distribuir los impuestos de cualquiera que llegue a la ciudad, es patalear como los chiquillos pequeños. Invito a AICO, como he hecho ya varias veces a reivindicar en la puerta del dinero, la Generalitat Valenciana, inversiones para el comercio de la ciudad, tal y como hizo el sector hotelero hace años y consiguió la renovación casi completa de la su planta en Benidorm. Por cierto, esto fue el gran acierto que HOSBEC consiguió mientras AICO perdía el tiempo luchando por levantar muros imposibles. Hoy vemos la abismal diferencia que existe entre hoteles y comercios.

Y no me puedo despedir de ustedes sin hablar de otra contradicción múltiple. En el innecesario Pleno extraordinario del pasado jueves, en el que por capricho del alcalde de Benidorm y la incapacidad del equipo de Gobierno de haber invertido bien el presupuesto, se aprobó pagar 2,5 millones de euros al Consorcio de Aguas, una deuda que nadie nos ha dicho que adelantemos, ayer vimos dos fotos distintas que radiografían el titular de esta opinión. Por un lado nuestros concejales se fueron a pasear por la calle Tomás Ortuño para hacerse la foto con la nueva peatonalización, mientras los operarios municipales, sin ningún concejal que les acompañara, acordonaban zonas de la avenida del Mediterráneo por las que se hace imposible transitar porque se hunden. “Esto es la política en España”, así he empezado y así acabo. Mientras se peatonaliza una calle porque lo pidió un grupo municipal cuyos votos son imprescindibles al PP para poder aprobar los presupuestos, se nos sigue deteriorando la avenida principal de la ciudad. Eso sí, en vez de gastar los 2,5 millones de euros que nos sobraban en adecentarla, como un servidor aconsejó en el Pleno y está grabado por si alguno duda de lo que digo, preferimos dárselos a quien nada debemos ni nada nos exige, en otra de esas acciones de macho alfa de nuestro sobrado alcalde, Toni Pérez.