Alfaz del Pi

EL CIRCO NACIONAL.- GABILONDO Y FERNÁNDEZ LOS PREFERIDOS POR EL PSOE

Ángel Gabilondo y Javier Fernández lideran las quinielas del PSOE si hay elecciones

Juanma RomeroHace

Ángel Gabilondo y Javier Fernández, en el comité federal del 30 de mayo de 2015. (EFE)© EFE Ángel Gabilondo y Javier Fernández, en el comité federal del 30 de mayo de 2015. (EFE) Aunque pudiera parecer que el PSOE hará todo, absolutamente todo, para evitar unas terceras elecciones en las que salga más malherido de lo que está, no es así. No está dispuesto a verse «humillado» por el PP a cambio de su abstención, o que incluso le ponga condiciones, como procurar la estabilidad al Gobierno de Mariano Rajoy una vez conquistada la investidura. Por ahí, dicen incluso los más proclives a facilitar el paso a los populares, los socialistas no pasarán, y están dispuestos a ir en ese caso a unos nuevos comicios, en los que saben de sobra que podrían sufrir un castigo de los ciudadanos.

Y si eso ocurre, ¿quién es el candidato o candidata? ¿Quién se echa a la espalda un partido en ruinas y devastado por las luchas internas, descabezado, sin secretario general, más vulnerable quizá que nunca? Ya hay dos nombres que circulan en privado en boca de los socialistas: Ángel Gabilondo y Javier Fernández. El primero, el independiente de sólida trayectoria, catedrático de Metafísica, respetado y querido a partes iguales por militantes y dirigentes, con probado tirón electoral. El segundo, el jefe de la gestora, el llamado a calmar las aguas, un veterano dirigente que emociona en sus mítines, con un conocimiento profundo del PSOE y con la cultura del partido en las mismas venas. No entra en las cábalas Susana Díaz, porque no tiene preparada la sucesión en Andalucía y se reserva para el próximo congreso.

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¿Y Pedro Sánchez? Él ya ha dejado ver que competirá por la secretaría general de nuevo —así se lo trasladó al presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, el pasado sábado, nada más dimitir y verse derrotado por los barones— cuando se convoque el siguiente cónclave, pero tendría tal vez más difícil acceder a la candidatura presidencial, dada la posibilidad de que se deban cancelar las primarias abiertas por lo ajustado de los plazos para presentar las listas y por lo reciente de su defenestración. Su vuelta ahora reavivaría las tensiones internas.

Oficialmente, el PSOE no está aún en modo campaña. Desde la gestora que gobierna interinamente el partido y desde los territorios, insisten en que aún queda mucho para eso, y todavía no se trabaja ni en la confección de las candidaturas ni en nada similar. Pero es inevitable que diputados y dirigentes se pregunten qué pasaría si finalmente no hay abstención al PP, en buena medida porque se extiende la idea de que Rajoy piensa más en otras elecciones que le refuercen y le permitan vivir en La Moncloa más cómodamente, sin las ataduras de una mayoría insuficiente que no puede frenar que la oposición le derogue leyes o tumbe sus proyectos. De hecho, cada vez más los cuadros socialistas muestran su estupor e indignación por que el presidente del Gobierno en funciones no haya movido un dedo desde las elecciones gallegas y vascas del 25-S, y ni siquiera haya intentado en serio buscar un acercamiento con el PNV.