LA COMIDA CONTRA PEDRO SANCHEZ EN EL AMAZONIO,EL RESTAURANTE D ELOS FAMOSOS

Las comidas (y cenas) entre el exministro de Defensa y expresidente del Congreso José Bono, el expresidente del Gobierno José Luis Zapatero, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y su homólogo en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, son un secreto a voces. Lo cierto es que cada vez son más los encuentros de los barones del PSOE, unidos además de por su carné de partido por su gesta contra el actual líder del PSOE, Pedro Sánchez. Uno de sus escenarios favoritos en la capital, además de los restaurantes del selecto hotel Wellington, es el Amazónico, nuevo punto de encuentro de la alta sociedad en pleno barrio de Salamanca (Madrid), donde es fácil encontrar a futbolistas, modelos, realeza y gran parte del Ibex 35 degustando su rodicio brasileño o sus piñas asadas. Todo en un ambiente discreto que convierte en normal lo extraordinario para un español medio.
Encuentros en ambiente de ocio
Este mes de septiembre ya han acudido a este local de la calle Jorge Juan al menos tres veces según testigos oculares, que no dejan de poblar los foros con estos encuentros. De uno de ellos, acontecido después del viaje de José Luis Rodríguez Zapatero a Venezuela, dio cuenta Esdiario.es, el pasado 3 de septiembre. Sobre estas comidas, siempre en grupo y en un marcado ambiente de ocio, circula siempre el rumor conspiratorio, que ayer tuvo su puesta en escena en Ferraz con la dimisión (sin precedentes) de 17 miembros de su ejecutiva.

Las especulaciones alrededor de las conversaciones que se mantienen en las mismas han cabreado a más de un dirigente, como es el caso del forense extremeño Fernández Vara, que no dudó en desmentir públicamente su asistencia a una de ellas.
Otro de los habituales a este local, regentado por Sandro Silva y Marta Seco, es Felipe González, que suele acudir en familia. Los hijos de José Bono, Ana y José, que han manifestado públicamente que son votantes de Ciudadanos y desaprueban la gestión de Sánchez, también son asiduos del Amazónico, donde reservar mesa asegura, además de un festival gastronómico con tintes tropicales, convivir con la ‘jet set’ política, intelectual y financiera patria en pleno.