LA «CORRUPCION» LLEGA HASTA LOS CASTILLOS DE ARENA.

Los chanchullos y «corruptelas», aunque sea a pequeña escala, alcanzan múltiples ámbitos de la vida pública, incluso una actividad tan aparentemente lúdica y entrañable como los castillos de arena en la playa. Es lo que ha ocurrido con las auténticas esculturas que se levantaban en el litoral de Benidorm, reguladas con licencia municipales, y que los responsables del ayuntamiento han suspendido después de detectar fraudes.

Al parecer, los artistas que han pedido el permiso después -en algunos casos- luego no han pisado la arena, sino que han trapicheado pasándoles su sitio a otros. El concejal de Playas, Lorenzo Martínez, ha manifestado este martes que los informes técnicos desaconsejan licitar esta actividad a la vista de «las quejas e irregularidades detectadas» en años anteriores y a la vista de la polémica generada en los últimos días.

A este respecto, el técnico de Medio Ambiente, Moisés Pellicer, ha detallado que se producían «conflictos entre los concesionarios, subcontrataciones no autorizadas» y se creaba una «mala imagen» al no cuidar los concesionarios la estética y limpieza exigida o al no renovar la temática de las figuras en los plazos acordados.