GEMA ES LA PESADILLA DE BENIDORM

    LEOPOLDO CONVERTIDO EN EL “TALON DE ATILA”

Maesba

           No cabe la menor duda que el nombre dado, por Leopoldo Bernabéu, a su proyecto de realizas artículos, no solo sobre Gema Amor, con el sobrenombre del “Caballo de Atila” tiene un fundamento ajeno a la verdadera historia del susodicho caballo y a su propietario.

ATILA CON SU CABALLO

   Atila fue la PESADILLA DE ROMA, su propietario era el “Rey de los hunos” y se decía que por donde pasaba, pisaba, su caballo no crecía ni la hierba. Atila, no el caballo, era “cruel y sanguinario”.

Aquí, hablando de política, tenemos y contamos con una Atila femenina que en el sector muy bien pudiera ser considerada presuntamente “cruel y sanguinaria” en su actividad política.

La manifiesta obsesión contra el líder de “Ciudadanos por Benidorm”, Leopoldo Bernabéu, es clarísima y tajante. El complot, dicen que salió de sus manos, aliada con el impresentable Rubén-PSOE, ha convertido, a Leopoldo, digamos, en este caso, en el “talón de Atila” y la está empezando a llevar a una clara separación del resto de los colectivos políticos, excepto el PSOE de Navarro.

   Leopoldo tiene mucho que ganar en este enfrentamiento político porque, en la actividad política, no tiene el currículo de Gema y, sin embargo, ella sí que tiene un amplísimo historial, en muchos aspectos, NEGATIVO allá donde ha estado desempeñando un buen cargo político, ¡remunerado espléndidamente! , y presuntamente sin control alguno, el caso de Modrego fue escandaloso y económicamente totalmente negativo a los intereses de nuestra ciudad.

   El portavoz y líder de “Ciudadanos por Benidorm”, Leopoldo Bernabéu, se ha impuesto ante sí una tarea digna al desenmascarar, empezando por Gema, al resto de la nefasta casta política de ediles que tenemos en el ayuntamiento. Creo que el dicho de que “cada palo aguante su vela” será llevado, así lo espera los ciudadanos, a buen fin por Leopoldo.

Gema debería, a mi entender, olvidarse del portavoz de «Ciudadanos por Benidorm» y demostrar tener iniciativas, ¡por favor sin macetones!, para mejorar la ciudad en cualquiera de sus aspectos.