ESTA ES LA CLASE DE CASTA POLITICA MUNICIPLA 2º Parte

Nunca perdonaré el trato que me dio Cristina Escoda

Del Paraíso al Infierno

“La espeluznante historia de una mujer a la que abocaron a la prostitución”

“ME TUVE QUE DEDICAR A LA PROSTITUCIÓN PARA DAR DE COMER A MIS HIJOS”

“DESPUES DE SALIR EN ANTENA 3 SE ME CERRARON TODAS LAS PUERTAS”

MAESBA

 Ahora que la Navidad toca a su fin y acabamos de empezar el año, parece que las historias de magia y felicidad dejan paso a la cruda realidad diaria y nos vuelven a situar con los pies en la tierra. En Benidorm acabamos de conocer, porque así lo ha querido su protagonista, la historia de una mujer que eligió esta tierra para escapar de la acuciante crisis que la perseguía a ella y a su familia. Dejó atrás su Galicia natal, su tierra, para poner rumbo hacía Benidorm, un paraíso del que le habían hablado mucho y muy bien, y en el que le habían garantizado que podría rehacer su vida.

Y así llegó hasta aquí esta mujer gallega, su marido y sus dos hijos. Tiene nombre y apellidos y todo cuanto aquí se relata está grabado en conversación consentida y conocida por B.B. L., unas iniciales que corresponden a esta valiente mujer que, tres años después de aterrizar en esta villa y soportar en los dos últimos un auténtico calvario, está dispuesta a contar su historia y aceptar las consecuencias porque “todo es absolutamente verdad, no tengo miedo de nadie de los que en este relato van a ir saliendo y estoy dispuesta a enfrentarme a cualquiera de ellos donde haga falta y que se atrevan a desmentir una sola palabra”.

BELEN

Corría el mes de Julio de 2012 cuando esta mujer aterrizó en Benidorm con todas sus ilusiones intactas, venía de soportar un desahucio muy duro en su tierra natal que, al igual que miles (millones) de españoles, le había hecho perder su empresa, sus recursos y finalmente hasta su casa. Pero ella es valiente y tiene dos hijos por los que luchar, motivo más que suficiente para intentar reescribir un nuevo capítulo en su vida. Pero las cosas desde un principio no fueron como había previsto y a “a los tres meses me quedé sin nada. Fui a los servicios Sociales que el Ayuntamiento de Benidorm tiene en La Cala y allí me recibió una señora llamada Raquel. Me pidieron toda clase de documentación para al final decirme que por llevar tan solo unos meses empadronada en la ciudad, no tengo derecho a nada, ni ayuda para alimentos, ni para el alquiler de vivienda…”.

El periplo de esta mujer no había hecho más que empezar. Dispuesta a seguir buscando ayuda, porque la opción de arrojar la toalla no entraba en su vocabulario, continuó con su trasiego administrativo y “pedí cita a Cristina Escoda, me dijeron que era la Concejala de Bienestar Social, pero me contestaron que no quería recibirme. Sólo meses después lo conseguí tras mucho insistir y gracias a la intermediación de una persona de Izquierda Unida. Recuerdo que me recibió en un gran despacho, estaba embarazada, a su lado había una especie de guardaespaldas (pensé que quizás temería que alguien le agrediera) y su carácter era altanero y prepotente, alejado de la realidad que yo estaba padeciendo. Recuerdo con claridad que me quedaban días para que me echaran a la calle con mis dos hijos y esa misma noche no tenía nada para darles de cenar. Y eso mismo fue lo que le expliqué a esta señora, cuya respuesta fue que o bien metiera a mis hijos en un colegio de Alicante y mi marido y yo nos fuéramos a un albergue; o que nos pagaba un billete de vuelta a nuestro país. Reconozco que todo esto, unido a mi estado de tensión y nervios me terminó de irritar del todo porque no sólo Galicia no es ningún país, sino una Comunidad Autónoma dentro de España, sino que no me ofrecía ninguna solución, además de intentar separarme de mis hijos “.

Sólo son necesarios unos segundos para que cada uno de nosotros sea capaz de entender la frustración, la impotencia y la rabia de esta mujer, que veía como todo por cuanto había luchado se le escapaba de las manos por la incapacidad de un sistema de resolver y ayudar a personas y familias que se encuentran en este tipo de emergencias, “en ese momento me dije a mi misma que nunca perdonaría a esta mujer, insensible, prepotente, inculta y maleducada. Es más, en un arrebato de moralidad, porque yo en ningún momento estaba rogando caridad sino una ayuda momentánea para poder salir de mi agobiante situación, me volví hacía ella y le pregunté, ¿tengo que meterme a puta para darle de comer a mis hijos?, a lo que ella me respondió: Si hay que hacerlo, se hace, no serás la primera ni serás la última”…

Obvia decir que respuestas como esta dejan marcada a cualquier persona, y si hablamos de una madre que busca desesperadamente que sus hijos coman y no acaben en la calle, mucho más, por lo que no es de extrañar que esta mujer haya decidido ahora hacer pública su historia, “quiero que todo el mundo sepa lo que me sucedió, que todos conozcan el trato que me dio esta mujer”.

Cuando este relato parecía que tocaba a su fin, que hablábamos de una historia triste, de la historia de una familia que salía de una tragedia para empezar una nueva vida, una familia que huyó del infierno esperando encontrar un paraíso, resulta que no había hecho más que empezar, porque en un alarde de valentía que yo, como periodista, no había conocido hasta el momento, esta mujer nos desveló entre lágrimas y con una angustia insoportable su gran secreto, el capítulo más horrible al que una mujer se puede ver abocada, “tuve que ejercer la prostitución” para, como le había recomendado la concejal Cristina Escoda, poder darle de comer a sus hijos…. y aquí empieza un nuevo capítulo en la vida de esta mujer valiente que también está dispuesta a relatar, pues dentro de ese submundo ha visto, escuchado y padecido muchas cosas que no está dispuesta a que queden en el anonimato, “hay un concejal, de los nuevos que acaba de entrar y que se presentó como candidato a la alcaldía que es habitual de este tipo de servicios, viene casi todos las semanas y gasta gran cantidad de dinero, y si estoy dispuesta a contar todo esto es porque además de eso, le encanta pegar e insultar a las mujeres, va de droga hasta las cejas y me ofreció un sobre con 3.000 euros si estaba dispuesta a denunciar a otro concejal del Ayuntamiento de Benidorm por violación”. Pero esto será otra historia que, aunque ya está grabada, escribiré en los próximos días.

Para terminar con este espeluznante relato que ha puesto al descubierto las formas y maneras de actuar de una señora que ha ostentado el cargo de Concejal de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Benidorm, B.B. L. no quiere dejar dos pasajes más que terminan por sepultar definitivamente la imagen que cualquier benidormense pudiera tener sobre esta mujer, “me vi obligada a ir a los medios de comunicación, incluso salí en Antena 3, y sólo así recibí, para sorpresa mía, una llamada de Cristina Escoda, que me ofrecía una ayuda que consistía en una bolsa de comida los fines de semanas, y ni eso cumplió, sólo me la dieron 3 veces”, y para finalizar añade que “también recuerdo que trabajé en el Centro Comercial La Marina en limpieza y en una ocasión una señora con el carro de un bebe, ni corta ni perezosa, pasó por encima de todo lo que acababa de fregar. Me volví y le llamé la atención, ¿Quién era?, Cristina Escoda, que no sólo hizo como que no me conocía sino que volvió a mostrar su mala educación faltándome al respeto y dando a entender que ella iba por donde quería”. Poco después me añadía: He llegado a trabajar más de quince horas al día solamente por 15 euros, para que mis hijos pudieran comer. Añade: “A mis hijos nunca les ha faltado de nada, han ido al colegio y han tenido cubiertas sus necesidades”. Tengo que recordar a los lectores que habla estando en la profesión más antigua conocida y que con el dinero que saca de sus contactos sexuales ha podido mantener a su familia. “La Gallega”-(B-B-L) es, como mujer, agradable, buen tipo, bien dotada, simpática que, con estas dotes, es fácil encontrar clientes diariamente para realizar su obligado trabajo de prostituta y todo ello por la falta de humanidad de una jilipolla de concejala de nuestro ayuntamiento.

B.B.L. “La Gallega” dice: “… he trabajado y mucho y no me arrepiento de nada de lo que he hecho y hago. A mí lo que me importa son mis hijos y que no les falte de nada y si me he tenido que vender a los hombre ha sido, por no ayudarme los Servicios Sociales Municipales, y solo por esta causa y motivo”

Es duro, muy duro, estar escuchando todo los que eta mujer dice, ¡VOLUNTARIAMENTE!, y ,aún hoy (24 horas después de la entrevista), se me pone los pelos de punta, a pesar de la experiencia de más de 50 años de periodismo.

PORQUE LE LLAMAN LA MARQUESA

El nombre, sobrenombre, es cosa de la zona de los vascos. “La Gallega” me dice que cuando la ven entra de la calle del Coño corre la voz de que “La Marquesa” ha llegado. Esta es la voz de alarma ya que Cristina Escoda, siempre acompañada, se toma unos vinos, con aperitivo, y que nunca paga .Incluso en ocasiones come y hace lo mismo. Por lo visto la edil ha hecho y suele hace algunos favores burocráticos, cosa normal, a los empresarios de la zona, pequeñeces pero después busca la compensación del aperitivo, etc.

“Después de las Elecciones Municipales volví al ayuntamiento y pedí hablar con la edil de Bienestar Social, era otra mujer, creo que su apellido es Llorca. Me recibió con toda amabilidad y me mando a La Cala, allí aún estaba la tal Raquel, que me recibió prácticamente de muy mala manera, diciéndome que “aquí no se da de comer a nadie”. Me calle y me fui. Pedí Trabajo en la ONCE, hable con el director que era, lo seguirá siendo, amigo de Cristina Escoda y de Rafael Gasent. Yo tengo experiencia en la venta de cupones. Cuando fui de nuevo a verle, después de recoger la documentación que me pidió, ya había hablado en Antena 3, su trato hacia mi cambio radicalmente y me dijo que en la “ONCE queremos que trabajen personas serias..”, en el “Información” salió algo de esto. A mí me cerraron todas las puertas a donde podía pedir trabajo, solo tenía una salida, PROSTITUIRME y lo tuvo que hacer y en ello sigo. No me da vergüenza decirlo y el que quiera que tire la primera piedra. Todo lo que estoy diciendo y contando es verdad y lo dire donde haga falta».

Mañana mas