Absoluta pasividad del Gobierno del PP en la resolución del contrato con la empresa de la Zona Azul y la Grúa.

Si existe una promesa incumplida con agravante de dejadez y cierta dosis de tomadura de pelo, es la que une al Gobierno del Partido Popular que preside el Ayuntamiento de Benidorm con la UTE de empresas a las que se le aprobó la gestión de la zona azul en Benidorm y la recogida de vehículos. Una completa falta de diligencia a la hora de cumplir lo prometido con su propio electorado y una incongruencia absoluta con el voto que emitieron en el Pleno del pasado 31 de marzo donde se aprobó este contrato por 10 años, son los argumentos que visten de luto la gestión del PP al frente del Consistorio en estos primeros seis meses de Gobierno.

Si bien es cierto que desde Ciudadanos por Benidorm desconocemos el cumplimiento o no de esta empresa, Sice-Auplasa, en cuanto al ingreso del canon anual valorado en alrededor de unos 200.000 euros, si es cierto que llevamos seis meses esperando que el Gobierno nos conteste acerca de la propuesta de resolución de un contrato, el otorgado en 19 segundos de un recordado Pleno a esta empresa por un periodo de 10 años, que solicitamos en la primera Comisión Informativa de esta nueva legislatura, el pasado 3 de Julio, y que hemos repetido hasta la saciedad en diferentes Plenos y resto de Comisiones. Todo esto nos lleva a pensar en la falta de interés por parte del PP a la hora de resolver esta situación y nos induce a pensar en que es falso que se haya solicitado a los técnicos municipales informe técnico alguno para valorar el importe del lucro cesante que podría suponerle al ayuntamiento llevar a Pleno la resolución de este leonino contrato que, como es obvio y conocido por toda la sociedad local de Benidorm, se llevó a cabo con nocturnidad y alevosía.

Esta situación se agrava cada día más, pues cada día que pasa es más ese lucro cesante que esta empresa terminaría solicitando al Consistorio en el supuesto caso de que el ayuntamiento hubiera solicitado de verdad este informe técnico, algo que ponemos en duda, pues 6 meses después nada se sabe del mismo. Y hay pruebas más que evidentes del arrodillamiento del equipo de Gobierno con esta empresa, contra la que votó en contra siendo Oposición, pero a la cual se le ha encargado ahora la obra de ensanche del camino que va entre la rotonda del Salto del Agua y el Palacio de Deportes de Benidorm. Una obra, todo hay que decirlo, imprescindible y muy necesaria desde hace años, pero ahora mucho más, pues es allí donde esta nueva contrata ha situado el recinto de la grúa para sus propios intereses privados y por tanto ha multiplicado el tráfico en esa angosta vía, que ya de por sí resultaba un auténtico peligro, sobre todo por la noche, debido a su estrechez y falta de iluminación.

Una vía que está viendo como se ralentiza mucho la obra ya iniciada por las dificultades que el propio Consistorio se ha encontrado a la hora de poder ocupar sendas parcelas imprescindibles para poder realizar el ensanche de la vía. Y si bien es cierto que el problema ahora es municipal, no lo es menos que todo esto debería haber estado previsto antes de otorgarle a esta empresa ese contrato y de situar allí el recinto de la grúa. Pero claro, eran muchas las prisas, y por tanto las sospechas, que en su día existieron con la aprobación por parte de quienes votaron a favor y ahora se confirman con la actuación del Gobierno Municipal, a la hora de entregar la gestión de la zona azul y la recogida de vehículos a una empresa por un periodo de 10 años gracias a la actuación política de unos gestores a los que el tiempo demostró que les quedaban menos de dos meses en el poder.

Una vez más es el ciudadano de Benidorm el toreado, al que se le falta el respeto. Primero lo fue con el anterior equipo de Gobierno y su sospechosa forma de otorgar un contrato por tanto tiempo y con tan poco beneficio…para la ciudad, y ahora lo es por parte del actual equipo de Gobierno del PP, que si bien demostró estar en contra de esta actuación cuando era Oposición, ahora, siendo quien manda, ya se ha olvidado y haciendo bueno el refrán de “donde dije digo, ahora digo Diego”.