
Libre y gratuito el parking del recinto ferial gracias a una moción de Ciudadanos por Benidorm
El PP sigue incumpliendo su promesa electoral de estudiar la suspensión de la nueva contrata de la Zona Azul
Una Moción presentada por CBM en el último Pleno Municipal consiguió hacer oficial que el recinto ferial situado al final del Parque de l´Aigüera se convierta en parking libre y gratuito para todos los ciudadanos de Benidorm durante todo el año. Una Moción, que el resto de grupos políticos impidió que se debatiera un mes antes al rechazar la urgencia que en su día presentó Ciudadanos por Benidorm, y que no pretendía otra cosa que el hacer oficial un acto que hasta la fecha estaba sujeto a interpretaciones, pues si bien es cierto que ese solar, recientemente asfaltado para ubicar allí el mercadillo semanal de manera provisional, ya viene haciendo estas funciones, el mismo podía variarse por capricho, pues ningún documento acreditaba que aquel amplio y necesitado espacio debiera dedicarse a aparcamiento público para vecinos y residentes de varios barrios muy perjudicados por zona azul y obras.

Leopoldo Bernabeu, concejal y portavoz de Ciudadanos por Benidorm dejó claro que “desde el partido político Ciudadanos por Benidorm, ya desde antes de las últimas elecciones municipales, nos opusimos frontalmente a la ampliación de plazas de estacionamiento regulado, conocido por todos como “Zona Azul” por considerarla una imposición en los lugares donde la rotación de vehículos no era una necesidad imperiosa, pues esto sólo puede ser interpretado como una medida más de carácter recaudatorio sobre los bolsillos ya esquilmados de los vecinos y como una doble imposición de tributos, ya que con el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, de por sí elevado, es más que suficiente, y sobre el que habría mucho que debatir aunque ahora no sea el momento de profundizar en el mismo. De igual manera y segundo lugar porque la concesión a una unión temporal de empresas, por 10 años, para la gestión de dicho servicio, además de no repercutir ningún beneficio para las arcas municipales conlleva un grave perjuicio para todos los vecinos que tienen la necesidad ineludible de estacionar sus vehículos en la vía pública y por su exceso de celo en el desempeño de una actividad tan lucrativa contraria al interés general”.
Los motivos expuestos con anterioridad se suman a otros argumentos trascendentales y que se hace necesario recordar, empezando porque el ahora Equipo de Gobierno de este Ayuntamiento que en la anterior legislatura cuando fue aprobada la concesión de la gestión de dicho servicio era la oposición, también mostro su negativa a la misma, incluso exponiendo motivos similares a los ya indicados, y una vez tomada posesión de su responsabilidad de gobierno actual, se comprometió a encomendar a los servicios municipales el cálculo del importe del lucro cesante de éste, sin que hasta la fecha tengamos conocimiento del mismo para tener la información adecuada que permita tomar la decisión de revertir el desaguisado cometido en la anterior legislatura contra el interés general.
Recordar también que desde la puesta en marcha de la concesión de la gestión del servicio por el que se ampliaban las plazas de “Zona-Azul”, y muy especialmente, una vez iniciadas las obras para la realización del futuro “Parque de Foietes”, todos los vecinos de dicho barrio están sufriendo un trauma continuado cuando deben estacionar sus vehículos al regresar a sus casas. Una causa unida a la otra, han conseguido que la situación se convierta en desesperante para los residentes de la Colonia de Madrid y los barrios de Foietes y Mercasa.
Otro dato a tener en cuenta es el estrepitoso fracaso económico que ha supuesto la construcción de los aparcamientos subterráneos en aquella zona para las empresas que los explotan debido el escaso interés mostrado por los vecinos en adquirir los mismos por las condiciones nada ventajosas en las que se ofrecen.
En definitiva, resulta generalizada la sospecha que lo único que se ha pretendido con ese aumento de las plazas de “Zona-Azul” en una zona donde no había necesidad de rotación, añadido a la puesta en marcha de las esperadas obras del parque de Foietes, es arrastrar a los vecinos a la adquisición de los mismos o al pago de un impuesto revolucionario, cuyo destino no son las arcas municipales sino un bolsillo privado.

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