Benidorm

BENIDORM.- OPINIÓN POR JOSE ANTONIO CORACHÁN MARZAL

DE LA TRANSPARENCIA Y OTRAS QUIMERAS

CORRACHAN-PRIMER PLANO
El pasado día 2 de de Abril la Ley 2/2015 de Transparencia, Buen Gobierno y
Participación Ciudadana de la Generalitat Valenciana dio sus primeros pasos. No
obstante como su aplicación supone una pérdida del tradicional poder político en favor del ciudadano, no ha tenido la difusión que sería deseable y ello ha conllevado inevitablemente a un incumplimiento consciente, parcial o total de su articulado, tratando de olvidar la máxima: El desconocimiento de la Ley no elude su cumplimiento.
Así en su artículo 2.2 obliga a los Ayuntamientos y en su artículo 4.1 y 2 obliga
igualmente a los organismos o entes creados por ellos y con función pública, caso de los Consejos Vecinales, con independencia de que reciban o manejen dinero público por subvenciones o a través de presupuestos participados por ellos. La transparencia no lo es solamente desde el punto de vista económico, sino de todo aquello que sea de su competencia, que haya sido elaborado en el ejercicio de sus funciones, para que la ciudadanía pueda colaborar proactivamente en los asuntos públicos. Sentadas estas bases veamos cual ha sido el día a día.
No es extraño que un periódico digital Punta Canfali, diga al Consejo Vecinal de Benidorm “¡Váyanse señores!” vista toda su capacidad informativa cara a los vecinos y que solamente es efectiva cuando se trata de actos sociales solidarios o festivos organizados o participado por el Consejo. Ante cualquier otro acontecimiento que de forma directa o indirecta pueda afectar a los vecinos permanece en el mas profundo de los silencios.
Para silencio profundo, el de los muertos y esa es la impresión que da por esa falta de comunicación al colectivo ciudadano. Pero no se debe juzgar al todo por la parte ni a la parte por el todo, en especial cuando somos varios los consejeros que no jugamos a la politiquilla y que estamos cansados de intentar una y mil veces que el colectivo del Consejo manifieste su opinión, se posicione, se exponga ante sus vecinos aunque solo sea por recordarles que existe y no está muerto.
Siempre se ha dicho que el movimiento se demuestra andando, y este puede ser el momento adecuado tras el comentario del citado periódico, para andar. Andemos pues. Repasemos los últimos y recientes momentos del Consejo, y más exactamente desde la nueva legislatura con la transparencia debida.
Transparencia es comunicar, es compartir, es convivir. Sin convivencia no hay
democracia y su falta conlleva al totalitarismo, a la dictadura y a la ausencia de  bertad. Por ello ponemos énfasis en la transparencia, ella, que en si misma supone una cesión de poder político hacia el ciudadano, ha de ser desde mi punto de vista, pilar fundamental de nuestra sociedad. Centenares de casos en la memoria de todos, acaecidos durante los últimos años no se hubieran producido si desde los albores de nuestra democracia en el 78 hubiéramos practicado políticamente la transparencia.
Pero regresemos a nuestro entorno más próximo. Todo comenzó cuando la dirección de una TV local prohibió mediante un aviso en la puerta de sus estudios y a pesar de la legalidad vigente sobre la reserva de acceso, la
entrada a sus dependencias a uno de nuestros consejeros. La cúpula (entiéndase bivicepresidencia) del Consejo miró hacia otra parte, a diferencia del colectivo periodístico que defendió como es normal a su compañero frente a actitudes inexplicables y a todas luces ilegales.
A ello sumamos que sin consultar previamente al resto de los consejeros, la cúpula visitó a los diversos partidos políticos durante las jornadas previas a las elecciones de Mayo –desconocemos hasta el momento con qué intención- pero si conocemos alguna de las sorprendentes particularidades que hubo. Una de las visitas fue al presidente del grupo político CBM a su vez director de la TV que previamente comentaba y a quien se le comunicó cual era la opinión poco favorable que nos merecía a varios de los consejeros, entre los que yo me encuentro. Esta inaudita actitud propia de una corrala barrio bajera, donde se cuentan chismes e historias con un objetivo que eludo describir por su bajeza y que no puede incluirse en el ámbito de la transparencia es prueba de la cohesión interna y camaradería dentro del Consejo.
A las pocas fechas 11 y 18 de mayo, hubo dos intentos de secuestro de menores de los que se hizo eco toda la prensa. El Consejo siguió mirando hacia otro lado, no hubo opinión alguna, posicionamiento ante los graves hechos ni nada de nada. Desde el primer momento instamos a la cúpula a que se manifestara y tras numerosos intentos y presiones obtuvimos a los cuatro días un comunicado interno que apelaba por una parte a la “prudencia” y por otra parte a la posible “alarma social” que un comunicadopúblico pudiera provocar.
Confundir prudencia con “silencio” o alarma social con el “no saber qué hacer” resultó en mi opinión lamentable e insoportable, cuando según expresaba el citado comunicado interno todo lo que se había hecho era preguntar al Jefe de la Policía Local sobre los hechos. ¿Preguntar a la jefatura de la Policía Local por este asunto? No olvidemos que en la cúpula hay un policía local que con esta pregunta demuestrao saber cuáles son sus competencias. Los secuestros, presuntos, fallidos o no, son competencia exclusiva de la Policía Judicial. Debería haber preguntado al Comisario Jefe de la Policía Nacional, al Alcalde, a las APAS, incluso a las familias afectadas,
pero a su jefe directo nunca puesto que era vox populi que los dos intentos habían tenido lugar fuera del horario en el que la Policía Local realiza su servicio habitual de vigilancia, cuidado y atención a nuestros escolares, estando por tanto fuera de sus competencias y responsabilidades el asunto en cuestión.
Y como decimos en esta tierra: Si vols mès, para el cabaç (si quieres más, pon el capazo): En una de las reuniones ilegítimas internas del Consejo habida cuenta de mi insistencia en la falta de comunicación vecinal y sobre todo considerando mi disconformidad con la cúpula, obtengo en justa correspondencia, descalificaciones que prefiero no repetir en este momento. El principio bolivariano de la cúpula: ”Yo soy la Verdad y la Razón, el que no está conmigo está contra mí “ es a todas luces inaceptable en estos tiempos. ¿He dicho ilegítima? Si, lo he dicho, puesto que el Consejo Vecinal está compuesto por los consejeros y por los portavoces políticos. A estos últimos nunca se les convoca internamente ¿será para fomentar la transparencia? ¿Tenemos algo que esconder?
Reflexionando, puede ser yo que sea mala persona, pero no absolutamente; puede incluso que yo sea mentiroso, pero no absolutamente. En cambio si que estoy absolutamente seguro que la cúpula es incompetente, ignorante y torpe en su función.
No satisfechos con este no hacer nada, llegamos al día 3 de este mes. El Alcalde, que da la impresión que si conoce y quiere practicar la transparencia, convoca la Mesa de Contratación e invita a ella al Consejo Vecinal mediante un representante. Esta es la hora transcurridos 20 días desde que el miembro de la cúpula asistió como invitado a la Mesa de Contratación, en la que todavía no hemos recibido un simple informe sobre lo tratado. Brindis a la transparencia una vez mas.
Resumiendo, no hace falta que un periódico nos envíe a casa. Llegó tarde. Ya hace tiempo que la cúpula nos envió. No obstante agradezco sus buenas intenciones en pro de una transparencia y de una libertad que parecen ser más una quimera que una realidad.
José Antonio Corachán Marzal
Miembro del Consejo Vecinal

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