El cabeza de lista del PSOE en Benidorm, Agustín Navarro, maniobra a la desesperada en la recta final antes de la investidura para mantenerse como alcalde, en contra de lo que había anunciado tras su derrota electoral frente al PP de Toni Pérez.

Aunque a la vista de los resultados, Navarro dijo que no se planteaba buscar pactos con el resto de formaciones, ahora negocia in extremis no solo con su antigua socia de gobierno en esta legislatura y parte de la anterior, la expopular Gema Amor (Liberales), sino que también tantea a Ciudadanos y a Compromís. Su única suma para frenar al PP pasa por formar un cuatripartito peculiar, con nacionalistas y representantes de la formación liderada por Albert Rivera en el mismo gobierno.

Tan solo ha dejado fuera de juego a Ciudadanos por Benidorm, la lista de independientes que tiene al frente a Leopoldo Bernabéu, a quien denunció por supuestas amenazas y está pendiente de resolución judicial. Precisamente la posibilidad de que Bernabéu entrase en un gobierno en coalición con el PP ha servido de excusa a Navarro para alentar dichos contactos, según fuentes próximas. El PP, por su parte, tiene complicados los pactos con otras fuerzas, aunque puede gobernar en minoría al liderar Toni Pérez la lista más votada.

Navarro aún tiene cuentas pendientes con la justicia, por 43 casos de posible «enchufismo» de afiliados y afines al PSOE, por los que debe declarar ante el juez el 18 de junio, imputado por malversación.