Benidorm

COLABORACION SOBRE LEGIONELA POR MIQUEL

Que se acuse a Juan Ángel Ferrer de deslealtad por denunciar públicamente que el 96% –aproximadamente– de los análisis que se han realizado en las piscinas del Palau d’Esports demuestran deficiencias roza lo kafkiano. ¿Cuál es si no la función de un concejal de la oposición? ¿Decir ‘sí, señor’ al mandamás de turno? ¿Callarse para que al alcalde y a los concejales socialistas no se les vea lo mal que lo han hecho? No, señores del Gobierno local, no.

Entendería que se le acusara si, por ejemplo, sembrara el desconcierto entre ciudadanos y turistas o creara alarma social. Pero no. Lo primero que Ferrer dijo, antes de presentar los análisis, es que no tenían nada que ver con el brote de legionela que padece, desde el 9 de marzo, Benidorm.

Y me parece estupendo que los concejales socialistas se escuden en las opiniones de los técnicos municipales para defender su gestión ¿Pero qué pasa con la larga serie de denuncias de vecinos, usuarios, sindicatos y partidos políticos que, hasta ayer, no fueron tenidas en cuenta, al menos ante las cámaras? Desde este diario hemos informado puntualmente de la situación del Palau y sus instalaciones. Hemos presentado pruebas gráficas (fotografías y vídeos) del estado de techos, duchas, jacuzzis, piscinas, vestuarios, etc., y nunca han sido tenidas en cuenta. Todo lo contrario. El concejal de Deportes hasta hace 20 días, Miguel Llorca, se escudaba en que los problemas eran siempre puntuales, que la empresa concesionaria estaba actuando, que no había quejas y que, en todo caso, la solución siempre llegaría en los días siguientes. Pero no llegaba –recuerden el caso de la deshumectadora– y los vecinos nos quedábamos con esa sensación de vivir en una ciudad gobernada desde el camarote de los hermanos Marx.

Pues bien, ayer pudimos acceder a esos análisis. Un 96% de deficiencias y, por mucho que un técnico diga que no pasa nada, que todo está correcto, a usted, usuario, que se queja de la sequedad en la piel, del escozor de ojos, de la ropa que siempre acabe mojada en los vestuarios o de ese penetrante olor, ¿no se le queda la cara de gilí? ¿Es eso es normal? No soy médico y no diré qué se debería hacer pero Juan Ángel Ferrer sí que lo es y sabe –mucho– de piscinas y su tratamiento. Por eso, cuando el edil no adscrito decía ayer que, en su opinión, en más de una ocasión la piscina debería de haberse cerrado, considero que se le debería haber hecho caso.

Los ciudadanos queremos saber qué le pasa a nuestro Palau y qué se debe hacer para mejorarlo. Deberían de contarnos, y ya, qué pasa en vestuarios, jacuzzis, duchas, etc. La información es algo que se ha ninguneado –demasiado- en los últimos años en Benidorm. Ya es hora de que las cosas cambien.

Que Juan Ramón Martínez, ‘El Murciano’ acusara ayer a Ferrer de ser ‘el concejal de la legionela’, de querer sacar «tajada política», de intentar enriquecerse con la explotación del Palau o de que nadie le quiera para repetir de concejal en las próximas elecciones falta a la verdad de una manera insultante. En ningún momento Ferrer dijo que había más legionela. Demostró con documentos que, puesto que él era concejal de nuestro Ayuntamiento, su empresa declinaba pujar por participar en la explotación. A Juan Ángel Ferrer le han llamado para formar parte de los procesos de listas para las próximas elecciones municipales, al menos, desde Ciudadanos, Compromís y Podemos, y no aceptó. Benidorm debería de lamentarse porque va a perder a uno de los mejores políticos. ‘El Murciano’ tendrá que hacérselo mirar porque, que yo sepa, él sí que ha querido ir en una lista electoral y ni sus propios compañeros de partido le han votado.

Y por último, permítanme ustedes que prefiera reir antes que llorar. Por eso el vídeo que acompaña a este editorial porque ‘El Murciano’ decía ayer que la legionela es “un bicho que no se ve” y eso me recordó a dos políticos españoles: Jesús Sancho Rof (ministro de Sanidad en 1981 que dijo, tres semanas después de fallecer la primera víctima del síndrome tóxico vinculado al aceite de colza, que era provocado “por un bichito que si se cae de la mesa, se mata”) y Mariano Rajoy (que, en 2002, pronunció aquello de los “pequeñitos hilitos de plastilina” que salían del Prestige). La diferencia está en que mientras Sancho Rof dimitió y el Gobierno de España, por boca de su entonces Presidente José María Aznar, pidió perdón por la gestión del Prestige, ‘El Murciano’ ni lo uno, ni lo otro.

Dúo Legionela. ‘Bichito, no te bañes en mi piscina’

El famoso dúo de Benidorm interpreta el que seguramente será el éxito del verano en las principales piscinas públicas de la ciudad.

Miquel Benitez

@miquelbenitez

Director de Benidorm Magazine

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