Cada día se conocen más detalles del expediente abierto por el alcalde de Benidorm, el socialista Agustín Navarro, contra el edificio Santa Margarita, que, a su vez, había denunciado al pub Tiki Beach por sus problemas de ruido y alteración del orden público. Navarro no sólo asumió las competencias de Urbanismo cuando el titular, Vicente Juan Ivorra, de la formación Liberales, estaba de vacaciones en septiembre, sino que el pasado 26 de enero trasladó el asunto de nuevo al edil para que informa al juzgado sin estar los informes técnicos concluidos. A la vista de que el edil no contestó, fue el propio alcalde quien confirmó al juzgado número dos, quien investiga las irregularidades del edificio Santa Margarita, que el asunto quedaba archivado al estar las posibles anomalías prescritas.

Los liberales sigue sin entender porque Navarro actuó tan rápido para satisfacer al propietario del Tiki Beach, Gianpaolo Camponovo, pese a que sobre el establecimiento pesan denuncias muy graves. E incluso porque le levantó las competencias al edil de Urbanismo para hacerlo él y que después de todo, el edificio sancionado no tenga ninguna irregularidad.

Navarro restó ayer importancia a este conato de crisis entre socialistas y liberales y aseguró que se trataba de «un simple malentendido» fruto de los «roces que pueda haber entre un concejal y un alcalde», pero que «no hay ningún tipo de crisis».

Respecto a «malestar» y la «desconfianza» de dijo sentir Gema Amor por que el alcalde hubiera abierto un expediente de infracción urbanística cuando el edil de Urbanismo estaba de vacaciones, Navarro alegó que «yo pensaba que Ivorra estaba informado y, por lo visto, no lo estaba». A renglón seguido admitió que «lo normal es que lo hubiese hecho el concejal de Urbanismo pero no lo hizo porque estaría fuera. Yo pensaba que era conocedor del tema porqué el expediente siempre ha estado en Urbanismo y no en Alcaldía».

Navarro atribuyó la «repercusión mediática» del desencuentro a que al tratarse de un desencuentro entre socios de gobierno «puede parecer que se rompe la sociedad, pero no es el caso ni va a suceder».

El primer edil ya vaticina que «habrá mas roces seguramente» pero que «son temas de gestión diaria». De hecho añadió que estas fricciones son comunes incluso entre concejales del PSOEy que los liberales «están siendo muy leales con el pacto de gobierno».

Por su parte, los Liberales no dan por zanjado el desencuentro tan fácilmente. Amor aseguró a EL MUNDO que aún no esta dicha la última palabra sobre la polémica que ha generado el citado expediente de infracción urbanística. «Dada la entidad de toda la documentación, lo hemos estado estudiando y estamos asesorándonos sobre ello» afirmó la liberal.