La dificil y muy compleja y áspera relación plagada de desencuentros y hostilidades silenciosas entre Alberto Fabra, presidente de la Generalitat y del PPCV, y José Císcar, vicepresidente de la Generalitat y presidente del PP-Alicante, por mucho que lo quieran disimular, son dos trenes en direcciones contrarias. Y eso lo sabe todo el mundo.

De este modo solo se puede explicar que Alberto Fabra, a punto de ser nombrado candidato a la Generalitat, si es que Mariano Rajoy se decide por fín a elegir a sus aspirantes a las Comunidades Autónomas, se haya pronunciado a favor de la continuidad de Luisa Pastor, alcaldesa de San Vicente del Raspeig y presidenta de la Diputación Provincial, al frente de esta última institución, que choca, de raiz, con las más que claras aspiraciones de José Císcar, que ya estuvo a punto de acceder a la presidencia tras las elecciones de 2011, y que no consiguió por un sorprendente pacto y acuerdo entre Mariano Rajoy y Joaquín Ripoll, con éste último sin haber alcanzado el acta de diputado, pero que forzó al presidente del PP a que José Císcar no alcanzara la presidencia, cuando lo tenía todo prácticamente hecho y resuelto, y a ser nombrado, ni más ni menos, que presidente de la Autoridad Portuaria.

Del mismo modo Alberto Fabra se ha pronunciado a favor de que en Benidorm, ciudad que gobernó el PP durante veinte años hasta que una moción de censura acabó hace seis años con la alcaldía que ostentaba Manuel Pérez Fenoll, el candidato sea o pueda ser, mejor dicho, Gerardo Camps, con la ayuda del senador Agustín Almodóbar, mientras la dirección histórica de los populares en la ciudad, con Manuel Pérez Fenoll al frente, Sebastián Fernández, Antonio Pérez y José Ramón González de Zárate, siguen conspirando para evitar dichas propuestas. Lo que está dejando al PP-Benidorm en mal lugar, en muy mal lugar, porque este último cuarteto de dirigentes locales, que se van eternizando en el tiempo y con los populares en la oposición quieren presentar batalla. ¿Y Císcar?

El presidente del PP-Alicante, según ha podido saber ALICANTE 24 HORAS, intenta seguir al máximo las lineas, las coordenadas y las directrices que se marcan y diseñan desde Génova. Y donde por toda respuesta, incomprensiblemente, responden que ahora no toca el debate de las candidaturas. Lo cual resulta tan ridículo como sprendente, porque no hay ahora mismon un solo municipio español, ni tan siquiera una pedanía, donde todos los aspirantes y candidatos estén llevando a cabo sus campañas para situarse lo mejor posible entre codazos, animadversiones, tensiones. Como bien saben los populares en Alicante. Y donde Alberto Fabra está apoyando de un modo expreso y decidido a Miguel Valor, con tres semanas de alcalde, que ha irrumpido con autoridad y está desmantelando la desastrosa política efectuada por Sonia Castedo, doblemente imputada en la Operación Brugal y en el Plan de Urbanismo, y que se ha cargado de un plumazo, entre aplausos de todo Alicante, menos los castedistas que aún colean desamparados, al empresario Enrique Ortiz, uno de los rostros visibles más negativos de lam imagen de la ciudad.

Mientras tanto Miguel Valor sigue postulándose con extrema habilidad y superando, a fecha de hoy, a otros corredores queb ya andan agotados de correr tratando de alcanzar el primer puesto de la listab electoral. Como Luis Barcala, que ya anda asfixiado, como Asunción Sánchez Zaplana, cuyo nombre ha bajado bastantes enteros, como Carlos Castillo. Por no citar a otros candidatos como Macarena Montesinos, Mario Flores, Carlos Castillo o Carlos Mazón. Pero la carrera, como apuntan fuentes del PP, continúa.

Asímismo es de destacar las pésimas relaciones existentes entre la dirección provincial del PP-Alicante, con los críticos de los populares en Orihuela. Y donde ha bastado la apertura de un expediente a Pepa Ferrando, ex presidenta local, para que más de mil quinientos militantes del PP, casi todos los oriolanos, se hayan posicionado alrededor de la misma, con Mónica Lorente, ex alcaldesa y ex secretaria general del PP-Alicante en tiempos de Joaquín Ripoll como presidente, que ha dejado, de momento tal mal sabor de boca en la Avenida Marqués de Salamanca, 14, que saben que cualquier error, como los cometidos últimamente por Isabel Bonig, Coordinadora Regional del PPCV, y José Juan Zaplana, Secretario General del PP-Alicante, pueden llevar a la puesta en marcha de un Partido Independiente, con los críticos de los populares oriolanos, y que machacaría al PP oficlal de la ciudad, que corre el riesgo de quedarse en casi nada.

Y en Novelda la novedad se llama Milagrosa Martínez, la alcaldesa imputada, que se niega a dimitir cuando nos encontramos a cuatro de febrero, creando una imagen negativa sobre la dirección del conflicto. Milagrosa Martínez, ex consellera de Turismo, sigue empeñada en saltarse a la torera la Línea Roja de Fabra, que no pudo saltar ni Sonia Castedo, que luchó hasta el último minuto.

Lo importante de todo esto es saber que las relaciones entre Alberto Fabra y José Císcar no son, precisamente, las mejores, cuando quedan escasos días para que el emperador popular levante el dedo de la proclamación del candidato a la Generalitat. Y si resultara Alberto Fabra el elegido, como así parece que va a pesar, que quede una cosa clara: Que va a revisas todas las listas municipales candidato a candidato. Y volverá a pronunciarse con tanta fuerza como cuando anunció la candidatura de Mercedes Alonso en Elche y que estuvo a un tris de echarle un pulso a José Ciscar cuando la celebración del Congreso Provincial.

AL MARGEN

      PEREZ FENOLL SOLO TRAE DESCREDITO POLITICO

     Esa dirección historica del Partido Popular en nuestra ciudad no existe, por lo menos con los nombres que se dan. Con Perez Fenoll el PP ha tenido sus peores resultados politicos. Como ex alcalde ha sido un inutil y politicamente negativo. Ayer ya apunte algunos casos de su gestión polityica en nombre y representacion del PP. Creo que los vasallos de Fenoll deben dejar la amistad a un lado y mirar el bien de la ciudad, de los contribuyentes. Despues, como amigos todos pueden acompañar a Fenoll a Venecia.

Nada, pues, parece casual. Si no, en todo, causal, que es algo muy diferente.