Una sección de Manolo Mora
Este pasado martes 28 de octubre se cumplía el 15º aniversario del fallecimiento de uno de los poetas más importantes que ha dado nuestro país el pasado siglo XX. Desde esta sección queremos hacer un particular homenaje al poeta gaditano Rafael Alberti, recomendando para este fin de semana la lectura de este libro, que resume toda su obra: “Con la luz primera. Antología de verso y prosa” (Obra de 1920 a 1996).
Contados poetas, a excepción de Lope de Vega, han sido tan admirados, populares y queridos por su pueblo como Alberti. Él supo mantener ese difícil equilibrio entre una afable cercanía y un cordial distanciamiento que lo hacían ser asequible a todos, a la vez que muy respetado.
Su personalidad ha sido centro de polémicas, como corresponde a una persona excepcional que ha tenido el privilegio de vivir los acontecimientos más importantes de casi un siglo, que ha defendido un ideario político, que ha sido un innovador en la poesía, que ha amado intensamente la vida, que ha sufrido un exilio legendario y que ha estado presente en la historia y en el corazón de su pueblo, sin importar la distancia geográfica que lo separa. Todos los elementos necesarios para hilar variedad de argumentos a su alrededor y dar forma así a su personaje público, algo a lo que él ya estaba habituado. Aunque lo único que, verdaderamente, importa y perdurará en el tiempo es la obra de uno de los creadores más singulares de nuestra literatura que ha deslumbrado y servido de modelo a varias generaciones. Porque la huella de su virtuosismo está presente -se acepte o no- en la poesía posterior.
Rafael Alberti
Poeta y dramaturgo español, nacido en el puerto de Santa María, Cádiz, en 1902 y falleció en Madrid en 1999. Considerado uno de los grandes poetas del panorama literario español, fue el último poeta de la Generación del 27, ganador del Premio Nacional de Literatura en 1925 y del Premio Cervantes en 1983.
Durante la guerra civil militó activamente en la política y dirigió varias revistas de orientación comunista. Vivió en el exilio hasta el año de 1977.
Entre sus obras más importantes se cuentan Marinero en Tierra, Sobre los Ángeles, Cal y Canto
y Sermones
y Moradas.
En la obra de Alberti se da una gran variedad de temas, tonos (del humorístico y juguetón al angustiado) y estilos (poesía pura, tradicional, popular, barroca, vanguardista). En 1931 descalificó toda su poesía anterior, llamándola «poesía burguesa» y se dedicó a hacer poesía «revolucionaria». Senabre destaca su continua vuelta a sus raíces, la búsqueda ininterrumpida de la arboleda perdida, la irreprimible nostalgia por lo perdido: su tierra, el mar, España…
Etapas en su obra
1)Lírica neopopular: Marinero en Tierra (1924). Nostalgia del mar (=pureza) y su tierra natal. La amante (1926). El alba de alhelí (1927).
2)Barroquismo y vanguardismo. Cal y canto (1926-27): gongorino y futurista a la vez. Gran dominio de la técnica. Trata el mundo de los mitos modernos .Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos (1929): dedicado a las figuras del cine mudo.
3)Surrealismo: Sobre los ángeles (1929): responde a una crisis religiosa y vital del poeta. Es, quizás, su obra maestra. Está escrita en versos libres, cortos al principio, progresivamente mayores (versículos). El poeta se ve sin luz para siempre, expulsado del paraíso perdido. Va errando por un mundo caótico y sin sentido. Los «ángeles» simbolizan la crueldad, la tristeza, la desesperanza, la muerte… es decir, distintos aspectos del hombre. En la misma línea surrealista escribe Sermones y moradas (1929-30).
4)Poesía cívica.Poesía social y política, revolucionaria. Elegía cívica (Con los zapatos puestos tengo que morir) (1930), El poeta en la calle (1930-31), 13 bandas y 48 estrellas (1930), Poemas del mar Caribe (1936), De un momento a otro (1938). Es una poesía de urgencia, a veces buena, a veces panfletaria.
5)Poesía en el exilio. Mezcla diversos estilos: obras sobre el destierro, de añoranza; poesía política (Coplas de Juan Panadero)… Destaquemos Roma, peligro para caminantes y Retornos de lo vivo lejano.
A galopar
Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
A corazón suenan, resuenan, resuenan,
las tierras de España, en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo
caballo de espuma
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo
que la tierra es tuya.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
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