La semilla de Bin Laden se extendió y sus criaturas se reparten por el mundo en sus distintas versiones. Los yihadistas del Estado Islámico (IS), campean por Siria e Iraq, aprovechando la debilidad de esos dos estados. Organizaciones de ese tipo no se sostienen sólo por sus creencias religiosas. Eso es un pretexto. No creo que ningún «Dios bueno» pueda querer que sus fieles aniquilen a pueblos enteros o decapiten a personas inocentes. No merecen que nadie crea en su fe. Detrás de tanta barbarie se esconden otros intereses y hay estados ricos que apoyan con dinero que el caos prospere, seguramente por ambicionar màs poder, más riquezas. En Occidente ya no se está por las cruzadas de la edad media. Los paises occidentales, se acabarán uniendo para luchar contra el terror, es lo que quieren los yihadistas. Unos defenderán valores como la libertad y la democracia, a los que se ha llegado después de muchos siglos y mucha sangre, y otros pelearán por una supuesta Fe Islámica, que ni ellos mismos saben interpretar. El conflicto está servido y no hay quien lo pare. Caos o supervivencia. Y ojo con todos esos yihadistas que vuelven a Occidente. En cualquier momento actuarán en nuestro suelo.

Francisco Javier Reverte Lledó

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