Alfaz del Pi

¿Y AHORA QUÉ? 2015 Por José Antonio Corachan

CORRACHAN-PRIMER PLANO

Ya en su momento entonamos el Aleluya, aleluya y ahora que ha pasado la gloria del canto y la alegría ¿alegría? que hacemos, que vamos a hacer… lo de siempre, volver donde estábamos al miserere del día a día, al crujir y rechinar… de nuestros depauperados bolsillos. ¡Pagar y callar y aguantar y soportar y resistir y apechugar y sufrir y… esperar a mayo de 2015!.

Pero mientras tanto, en mi caso, puede ser que todos esos verbos admirativos vayan como encapsulados en otros verbos soportativos tales como aceptar, admitir, tolerar, consentir, permitir, claudicar, rendir… hasta mayo de 2015.

Faltaría más: Pago pero exijo, callo pero escribo, aguanto pero no acepto, soporto pero no permito, resisto pero no me acoplo, apechugo pero no me conformo, sufro pero resisto… claro hasta mayo de 2015.

Es curioso, incomprensiblemente desde que comenzó la “Edad de la Crisis” comenzaron a surgir como setas, como hongos, miriadas y miriadas de economistas a todos los niveles, unos entre los amigos, otros en los foros de debate y como no podía ser menos, otros en la política. Llegaron de improviso, como en cuclillas, de la noche a la mañana, pero eso si con un nivel de conocimiento increiblemente magnífico e insuperable. Bien es verdad que la mayoría de ellos sobrepasaron la enseñanza primaria de puro milagro, que no alcanzaron ni en sueños la secundaria y que para ellos fue, es y será una quimera, pura ficción la enseñanza universitaria.

Aún es mas curioso que todos esos personajes doctorados en económicas en algún mercadillo vecinal, han acabado de una u otra forma -es nuestro caso- sentados en la poltrona de la concejalía de Hacienda. Y cuando llamo a la curiosidad no me refiero a la indiscreción, a la impertinencia, al entrometimiento, al cotilleo, me refiero a la razón de ser de la situación en concreto.

Durante años, los dos grandes partidos que se gobiernan, no han encontrado mejores lumbreras que las conocidas. Grandes y brillantes carreras conseguidas sin pisar un aula, sin aprobar un solo crédito, sin tener el mínimo conocimiento adecuado para la función a que se destinan. Pero, ¡que digo! Si no hace falta conocimiento alguno, para eso están los técnicos municipales (me refiero a los que hay que contratar al dos por tres fuera de la plantilla) porque contar, lo que se dice contar parece que cuentan haciendo muescas en una caña.

Para realizar un presupuesto además de contar hay sobre todo que calcular y eso, lectores, queda para otras huestes, las de la cúpula (recuerdo al lector que las oficinas de Hacienda están en la planta baja; los despachos de la cúpula quedan en buena lógica democrática por encima) y en la cúpula si que se sabe sumar, calcular y pensar de que forma los ciudadanos podemos quedar mas lesionados en nuestros bolsillos, presupuesto tras presupuesto. Y la verdad es que lo consiguen sin demasiado esfuerzo.

¿Nunca ha habido un solo simpatizante o militante en los gobiernos bipolares con conocimientos suficientes y acreditados para responsabilizarse de un departamento tan importante como el de Hacienda?. La experiencia nos dice que no. Han de ser todos de la “Promoción de la Caña” no sea que… sepan cuadrar las cifras, que dos mas dos sean cuatro y… el “negocio” no funcione, incluso si el sueldo no alcanza las expectativas, tenga que suplirlo y si me pescan… ¡ya veremos!. Tiempo al tiempo que igual los ciudadanos se olvidan de la mordida, a fin de cuentas lo que va delante, va delante y el que venga detrás que arree. Como decimos los de aquí: “Canyeta, peixet”.

Ver a estas alturas de la película (llevamos más de 30 capítulos) si ha habido desviaciones, si se están cumpliendo las normas, si las facturas llegan a los 22.000.00 €, sin querer ver y declarar si anteriormente se han cumplido esas normas, esos ajustes, esos límites, es absolutamente ridículo y grotesco, calificando rotundamente a quien practica esa dialéctica, basándose en la falacia de que los ciudadanos no tenemos ni memoria ni conocimiento.

Los tuvimos, los tenemos y los tendremos… Esperen a mayo de 2015.

José Antonio Corachán Marzal
Miembro Consejo Vecinal