Benidorm

texto redactado por varios periodistas.-LOW FESTIVA:EL GRAN NEGOCIO DEL SEÑOR PIÑEIRO

ClipEL GRAN NEGOCIO DEL SEÑOR PIÑEIRO

No entendemos cómo el Concejal de Eventos se atreve a asegurar en público, y simplemente basándose en estimaciones del Sr. Piñeiro, que el impacto económico del LOW FESTIVAL para nuestra Ciudad (no ha revelado la cuantía para el referido promotor) es de doce millones de euros.
Ayer, varios de los colegas que hemos seguido los avatares del Festival, nos preguntábamos por el estudio en que se ha basado para afirmar con tanta rotundidad que este año los asistentes al mismo han gastado en Benidorm un treinta y tres por ciento más que el pasado.
Lo seguro es que los precios de comida y bebida dentro del recinto que «regalamos» durante unos días para este acontecimiento musical son de escándalo (una pinta de cerveza, por ejemplo, 7’50 €). Nos imaginamos que el subarriendo de “nuestro” terreno sale caro y hay que sacarle partido. El Ayuntamiento debería haber estipulado en el contrato que las bebidas y refrigerios se cobraran a precios populares. Otra cosa sería que el Sr. Piñero abonase el alquiler correspondiente y entonces pudiera hacer lo que le viniese en gana, corriendo con los riesgos propios de cualquier empresario. Pero juega con ventaja: contrata mientras vende y no le cuesta un euro el terreno en el que desarrolla su negocio. El chollo que todos los colegas suyos querrían tener. La suerte de dar con «un Conrado»…

Lo que consideramos que debe hacer el Sr. Hernández es presentar en su próxima comparecencia, para que se entere toda la sociedad civil de Benidorm y en especial los vecinos del barrio de Foietes, un estudio pormenorizado sobre esas afirmaciones triunfalistas y sobre las cuentas del LOW para la promotora (el beneficio neto obtenido, teniendo en cuenta taquillaje, subarriendo de bares y patrocinadores, después de descontar todos los gastos que el evento conlleva). Pensamos que es una propuesta razonable y no se nos puede tomar por indiscretos o maleducados por hacerla. Porque entendemos que estamos en nuestro derecho de saber el dinero que ha movido unas instalaciones de las que todos los benidormenses somos copropietarios y de las que, como decimos, no cobramos por su cesión un solo euro, sino todo lo contrario. Hay que tener la cara como el cemento armado para dejar las instalaciones hechas un desastre y haberlas recibido en perfectas condiciones. «Porque si no, se van a otro sitio», es la absurda respuesta que nos da siempre Conrado. Como si no existiese nadie en España capaz de organizar un festival de música independiente, similar o mejor al que se celebra aquí. Como si todos sus colegas fuesen unos inútiles.

Este evento que casi nadie pone en duda de que es muy beneficioso para Benidorm y está, en general, bien organizado, causa grandes molestias a los vecinos del mencionado barrio, hasta el punto de que muchos de ellos ya están levantando la voz en contra de que en el futuro se continúen utilizando los campos de fútbol y las piscinas de Foietes, aduciendo que tienen el mismo derecho al descanso que las personas que exigieron la retirada del festival musical que se celebraba en las inmediaciones de Terra Mítica, y convencidos de que si no se les escucha y deciden a acudir a los Tribunales de Justicia, también a ellos les darán la razón. A los promotores del ELECTROBEACH el Ayuntamiento les negó la posibilidad de celebrarlo en esa propiedad municipal, ofreciéndoles otros enclaves. Estos mismos empresarios locales se preguntaban el porqué a ellos no, habiendo demostrado en ediciones anteriores que su festival de música electrónica interesa y atrae también a la gente joven. Aunque hay que señalar que eran conscientes, y así lo expresaron en su momento, del problema que supone celebrar espectáculos multitudinarios en un entorno urbano. Por eso, a diferencia del señor Piñero, ofrecieron contrapartidas que compensaran esas molestias a vecinos y al Ayuntamiento, sin resultado alguno. Algo que no acaban de entender y que ha hecho que pierdan un dinero que ya tenían invertido.

Todo esto sin tener en cuenta ese contrato favorable al referido promotor, donde la única responsable municipal que a última hora se dio cuenta de ello e intentó enmendarlo en parte, fue Gema Amor quien con su intervención ahorró al Municipio unos miles de euros que como las demás injustas prebendas estaban contemplados en los pactos acordados con Conrado Hernández y no han podido trasladarse al contrato definitivo por la imposibilidad de que la nueva mercantil pudiese acreditar los tres últimos años de activad que exigía dicho Pliego de Condiciones. Lo que nos hace pensar que el documento, presuntamente, no es del todo legal. Como tampoco, supuestamente, lo era el vender entradas antes de tener firmado el nuevo contrato. La pregunta que ahora nos hacemos los firmantes de este artículo es la del millón: ¿qué medidas tomará el Gobierno Municipal que salga de las urnas la próxima primavera, como dijo en su comunicado el Consejo Vecinal? Así están las cosas y así se las contamos a nuestros lectores.

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