ESO LE PASA POR NO USAR PERSEVATIVO

Es la tercera demanda que se presenta contra el rey honorifico

El Tribunal Supremo ha recibido una demanda de paternidad interpuesta por Alberto Solá Jiménez, camarero en una cafetería de Gerona, contra Don Juan Carlos de Borbón, según informa el diario El Mundo.

La Audiencia Provincial de Madrid inadmitió a trámite las dos primeras demandas que Alberto Solá interpuso contra Don Juan Carlos de Borbón en virtud de la inviolabilidad del anterior Jefe de Estado y estaba pendiente de resolver un recurso de apelación interpuesto contra la inadmisión a trámite de la segunda demanda.

La Ley Orgánica 4/2014 dispone que los procedimientos iniciados con anterioridad al aforamiento del Rey que haya abdicado se suspenderán y remitirán las actuaciones a la Sala competente del Tribunal Supremo, por lo que el recurso que tenía pendiente la Audiencia Provincial pasará a la Sala Civil del Tribunal Supremo, que decidirá si la extensión de la inviolabilidad también se aplica al ámbito privado del Derecho de Familia ahora que ya no es jefe del Estado.

En la primera demanda en octubre de 2012, la magistrada María Isabel Ferrer-Sama consideró que la inviolabilidad del rey (artículo 53.3 de la Constitución Española) también impide dirigir contra el Monarca acciones contra la jurisdicción civil: «La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad».

Solá, que es adoptado, asegura que su madre biológica mantuvo una relación con el demandado y lleva desde la década de los 90 intentando demostrar el vínculo de paternidad con Don Juan Carlos de Borbón. Según la versión de Alberto Solá, su madre biológica Anna María Bach era hija de un conocido banquero de Barcelona y salió unos días con el entonces Príncipe de Asturias.

En la segunda demanda en noviembre de 2013, el juez desestimó del mismo modo la demanda alegando que el jefe de Estado está al margen de cualquier acción que se dirija contra su persona, incluidas las de la jurisdicción civil, por lo que Alberto Solá interpuso un recurso de apelación, que es el que resolverá el Supremo.