Hablar del actor americano Philip Seymour-Hoffman es hablar de uno de los grandes del cine de los últimos 20 años. Considerado por muchos cómo el mejor actor secundario americano, sus registros contemplan todo tipo de estilos: comedia, romanticismo, humor, drama, historia, teatro, etc.
La primera vez que lo ví fué en la película «El talento de Mr. Ripley» y quedé asombrado, ya que aunque actúa de secundario, más bien diría yo de terciario, porque Matt Damon y Jude Law junto a Gwyneth Paltrow, eclipsan toda la película, sus intervenciones son magníficas. He visto casi todas las películas de él, en unas está mejor que en otras, como es evidente. Pero sus interpretaciones son de un genio; películas como «La Duda», «Radio Encubierta», ó la independiente «La familia Savage», son grandísimas películas. El Oscar se lo dieron por Truman Capote, pienso que no es su mejor interpretación, pero la figura que representaba es más que conocida. Pienso que dieron más el oscar, por la figura que fué que por el papel que interpreta. Truman Capote se merecía un Oscar y se lo dieron con la interpretación de su película.
Sorprendente fue la noticia, hace unos meses, cuando apareció muerto en su piso de Nueva York, después de una sobredosis de heroína, hecho que desconocía tanto yo como mucha gente, admiradora de este genial cineasta, un divo convertido en mito. Dominaba la escena como nadie, pero la principal que tenía que dominar, se le fue de las manos. Estaba tan convencido de que eso que se había convertido en una adicción, lo tenía totalmente controlado, que al final se lo llevó para adelante. Actores como éstos no volverán a nacer muchos, aunque hay grandes intérpretes, no hay grandes actores. Es fácil interpretar, cuando el guión que le dan a uno está hecho a su medida, pero dominar tan variados registros está al alcamce de unos pocos. Aquí en España se me ocurre uno, uno de los grandes de la escena: Juan Diego, que ha hecho de todo, que lleva unos años nada más que recibiendo premios, el último en el Festival de Cine de Alicante por su larga trayectoria, el año pasado le dieron el Pi d´Or de la Mostra de Teatre de l´Alfàs del Pi por su vida dedicada al teatro.
A Philip Seymour-Hoffman lo quiero recordar como esta caricatura, como un tío alegre con ganas de vivir, que tenía infinidad de proyectos todavía pendientes de hacer; era el gran emprendedor del cine, no había proyecto en el que él no estuviera metido. Se había metido en el Cine Independiente y era uno de sus grandes salvadores y promotores, un valor y baluarte incalculable. Que te de una oportunidad de debutar o llevar a cabo tus proyectos Philip Seymour-Hoffman es muy grande. El Cine necesita de tipos como éstos para hacerlo más grande de lo que és, el Séptimo Arte, una Industria que mueve miles de millones de dólares, que en España está en saco roto y controlado por unos jerifaltes que no tienen ni puta idea de lo que es cine.
MANUEL MORA
Categorías:Alfaz del Pi, Benidorm, L’Alfàs del PI













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