Siguiendo la costumbre de la sección que abrimos hace unas semanas, LIBRO RECOMENDADO DE LA SEMANA, esta semana toca la lectura de este libro interesante de Quique Peinado: «Futbolistas de izquierdas».
En la Biblioteca Pública Municipal de Altea entre sus novedades podrás encontrar este magnífico libro: «Futbolistas de izquierdas» de Quique Peinado, que he querido aprovechar para recomendarlo esta semana.
Aprovechando que estamos de Mundial y con el reciente triunfo de la izquierda en las Elecciones Europeas en España, ahora es el tiempo ideal para leer este libro, muy interesante para el lector.
Según Quique Peinado
No quiero pensar que el trabajo que hice con ‘Futbolistas de izquierdas’, que ha sido, de lejos, la prueba profesional más exigente de mi vida, sea más o menos válido en función de los ejemplares que venda. Pero no hay muchos otros baremos de cara al exterior. Yo estoy satisfecho: el libro ha quedado razonablemente bien y, sobre todo, la edición es espectacular. Formalmente es una obra preciosa, desde la ilustración de la portada o la calidad de la encuadernación a todos los pequeños detalles que la editorial ha procurado colocar. Que un libro valga 20 euros es una barbaridad, pero os puedo decir con total honestidad que, tal y como funciona el mercado editorial y comparándolo con la inmensa mayoría, no es caro. Y de verdad que lo digo con el convencimiento de que digo la verdad.
Sé que no es un tema muy mainstream el de ‘Futbolistas de izquierdas’. Tampoco hay que ir a Harvard para saberlo. También, que en este país sueles vender más libros cuanto más famoso seas, y que en mi caso eso no ocurre. Y que hay mil factores que condicionan la venta: cómo te coloquen en las librerías, si el primer fin de semana vendes mucho o poco, que hayamos acertado comercialmente con el diseño de la portada… Es decir, que si lo que yo escribí es bueno o malo es un factor casi menor en esta rueda.
La cultura es un negocio y este libro no pretende más que ser un vehículo de entretenimiento. No es un bien superior ni creo que nada de lo que yo escriba tenga una mayor consideración que el entretenimiento. Que no es un entretenimiento zafio ni tonto, vale. Pero entretenimiento.
No soy un escritor descollante ni creo que haya muchos libros que cambien realmente la vida de la gente. Tampoco lo pretendo. Pero sí que quiero que los 20 euros que paguéis merezcan la pena. Honestamente, creo que merece la pena gastárselos. Como por dinero no es, porque publicar libros no es un negocio ni medio bueno para el que escribe, sé que quiero vender mucho por el esfuerzo que hemos hecho tanto la editorial como yo, y porque, aunque quiera pensar que no es así, sé que vender mucho será una buena manera de refrendar mi trabajo. Por eso tratamos de mandar los libros firmados (como en la foto), por eso hemos hecho una web donde me ofrezco, cual vedete de los libros, a cenar con los lectores o a dar conferencias o pregones en los pueblos.
Se trata de vender libros. Aunque no dependa de mí. Ni siquiera de si el libro es bueno o no.
No tengo hijos. Tampoco me ha tocado la lotería. La mayoría de las noticias que te matan de felicidad, al menos en mi vida, tienen que ver, hasta ahora, con evitar un mal mayor: saber que alguien a quien quieres y que estaba en problemas está bien, que Tamudo meta un gol para evitar un descenso, cosas así. Nada comparable a tener en tus manos un libro que tanto ha costado escribir.
Fue en miércoles santo y, aunque debió de ser a las seis de la tarde, yo andaba entre el primer y el segundo gintonic, que ya sabemos que eso lo magnifica todo más que la casa de Gran Hermano. Pero, quién sabe si por el efecto del enebro, lo cierto es que cuando mi editor llegó con un par de bolsas llenas de libros, un puñado de preciosos objetos llenos de mis letras, me entró una ilusión brutal. Más que grande o intensa, distinta. Un extraño orgullo. Supongo que la resolución física de tanto trabajo y tantos desvelos me ha hecho darme cuenta de que sí, ha merecido la pena.
Uno de mis grandes amigos, presente en el momento por la casualidad del gintonic, mi madre y mi señora esposa fueron los primeros en ver el libro, además del editor, que es el padre de la criatura, y yo su madre. Creo que lo de dentro está razonablemente bien, pero es seguro y no tiene debate que la edición es brutalmente buena. Léeme Libros será un sello de referencia porque José Antonio Menor, que es mi editor, le pone pasión, es muy inteligente y tiene clase. Y eso no se compra ni se puede regalar, solo se tiene.
El de la foto es mi chaval. Se llama ‘Fubolistas de izquierdas’ y me ha dado muchos disgustos mientras lo escribía. También lo he disfrutado, para qué negarlo. Y ahora tengo claro que todo lo que me va a dar serán alegrías. Y creo que a vosotros también.
«Este libro rinde tributo a los pocos futbolistas que se significaron, […] anecdóticos según las estadísticas, pero necesarios, imprescindibles, que engrandecen al ser humano frente a esa oligarquía hipócrita, cruel, déspota y dispuesta a todo por satisfacer su ambición desmedida».
::::::: El Gran Wyoming
::::::: Showman, músico y presentador de El Intermedio
«No puedo dejar de reconocer mi sorpresa cuando me llegó la invitación a participar en este proyecto: ¿han existido o existen tantos futbolistas de izquierdas como para hacer un libro? […] Aquí tienes la respuesta».
::::::: Alberto Garzón
::::::: Economista y diputado por Izquierda Unida
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