Tras los últimos batacazos en las elecciones municipales, autonómicas, generales y europeas, el PSOE está a punto de reventar. A Rubalcaba no le que ha quedado más remedio que «abdicar», pero su sucesión no va a ser fácil.
Susana Diaz, Presidenta del partido en Andalucía y en La Junta Andaluza, tras su contundente victoria sobre el PP en las Europeas en Andalucía, ha desoido los cantos de sirena que le lanzaban los prebostes del PSOE para que saltara a la primera línea del partido a nivel nacional. Es una mujer de verbo fácil, que dice lo que la gente quiere oir, pero no es tonta, aunque no tenga formación suficiente, y por eso ha preferido renunciar a la carrera por el poder total. Sabe que es joven, que tiene muchos años de vida política por delante y que por eso no le conviene quemarse tan rápido. Los que hemos pasado por la política, hemos visto a mucha gente joven, con mucha ambición, que han visto su carrera quebrada pronto por querer correr mucho.
La líder andaluza, sabe que todavía le queda mucho que aprender y no se encuentra segura todavía con el poder (lo ha demostrado con su indecisión a presentarse a Jefa del PSOE, como lo demostró en la crisis de las viviendas ocupadas ilegalmente en su Comunidad hace unos meses). Más vale ser cabeza de ratón, que cola de león. Ya le llegará su momento.
Pero no sólo ha «abdicado» Rubalcaba, también lo han hecho Patxi López en el País Vasco y hace unas horas Pere Navarro en Cataluña. La lucha por el poder en el PSOE ha arrancado y López Aguilar, Sotillos, Madina, Sánchez, y algún otro, pugnarán por la Secretaría General. Tras la retirada de Diaz muchos son los postulados, y eso que a la mayoría de ellos nunca se les ha oido decir ni mú. Los viejos del partido tiemblan al pensar que pueda llegar un Zapatero bis (España y el Partido Socialista no están para bromas).
Pero que los del PP no se froten las manos. Ellos pueden ser los siguientes tras las próximas elecciones municipales y autonómicas.
¿Será el fín de las «castas» ?. No se preocupen que seguramente cambiaremos una burra (o quizás 2 o 3) por un pollino ( o quizas 2 o 3). El tiempo lo dirá.

Francisco Javier Reverte Lledó