Mucho se está hablando del debate celebrado el pasado jueves en la 1 de Televisión Española entre los candidatos a las Elecciones Europeas que se celebrará el próximo 25 de Mayo de los dos principales partidos políticos de nuestro país, o lo que es lo mismo entre Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano.
Este tipo de debates siempre generan polémicas absurdas, dónde vencen los pequeños detalles sobre los grandes discursos. El planteamiento realizado por el candidato popular de ir a la defensiva no le ha servido, además de haberla «cagado» después de querer quedar como machito y sobreponerse e imponer ese halo de machismo desfasado. Sólamente le faltó decir, que fué al debate por educación, que se creía tan superior, que le daba de ventaja a Elena Valenciano hablar y él sólamente responder. Vergonzosa la actitud de este gañán, por si se le puede llamar algo. Al que consideran los populares cómo el mejor ministro de agricultura que ha tenido España. Y yo me río, porque si sigue este personaje al frente de la cartera agrícola de nuestro país, no quiero ni pensar en que situación queda la agricultura española. Ya el hecho de ir de diputado al Parlamento Europeo me da miedo, porque si da parlamentos tan nocivos cómo el que dijo una vez: que él come yoghures caducados y están buenos… apaga y vámonos.
Es vergonzoso tener políticos de este calado y calaña en nuestro país, pero cuándo no hay más, hay que conformarse con lo que le ofrecen. Luego dicen que la abstención va a superar al electorado que va a acudir a votar, pero es que a uno se le quitan las ganas de ir a votar, porque si los candidatos que se presentan, son tan inteligentes como éste, para que a uno lo representen en Europa, es preferible no verse representado por ninguno.
La política en nuestro país ha llegado a una situación tan caótica y loez, que es preferible dejarlo como algo imposible, que por desgracia nos toca vivir, aguantar y soportar. Cada vez uno creé menos en ella y con personajes como éstos, se convierte en un circo, dónde te lo tienes que tomar con humor. Uno ya no ve los debates por ver que es lo que van a decir sobre el país, cómo van a resolver el tema de la crisis o que programa es el que presentan; uno se sienta a escucharlos para ver cuántas tonterías van a soltar y que nivel tan bajo es el que demuestran.
Elena Valenciano en cambio me ha convencido mucho. Al principio dudaba mucho de esta política que ha sabido ganarse su sitio dentro del PSOE. No deja de ser un delfín sin trampolín, pero que llegará lejos. Por lo menos, ese discurso feminista que alega, convence. Y además, demuestra en los momentos difíciles tener tablas. El otro día en el debate, salió vencedora, no por goleada, pero si contundente. Además, su oponente le hizo un flaco favor. Querer presentarse en una situación inferior ante Elena Valenciano, es no tener ni puta idea de cómo te las puede gastar tu rival.
Ahí queda este análisis político sobre este debate, que va a crear más polémica, por lo que dijeron sus candidatos después del debate que lo que se dijo en el debate, que fue nada. No dieron argumento alguno ni demostrar tener algo de idea de la situación real que vive nuestro país. Ellos viven en una burbuja hinchada que en cualquier momento está expuesta a ser pinchada… pero son eso políticos, demagogos, conspiradores, corruptos y personajes de una sociedad que necesita de ellos para que ellos ya se encarguen de romper lo que tanto ha costado construir.
Manolo Mora
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