Isabel Carrasco recibió varios disparos

Una simple casualidad facilitó en gran medida el asesinato de Isabel Carrasco, la presidenta de la Diputación de León. Tras comer en el restaurante del Hotel Conde Luna, sobre las cuatro y media de la tarde se dirigió a pie hasta su domicilio para cambiarse de ropa, ya que iba a asistir al mitin que iba a dar el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en Valladolid. En efecto, pocos minutos después llegó al céntrico Paseo de la Condesa, donde tiene su domicilio, y bajó acompañada de su pareja. [Sigue al minuto todos los detalles del suceso]

En ese momento se produjo la primera casualidad; éste, en lugar de acompañarla a pie hasta la sede de los populares leoneses, cogió su moto para desplazarse hasta allí, ya que tenía que hacer luego una gestiones. La segunda fatalidad se había producido incluso antes, que que Isabel Carrasco rechazó la proposición de sus compañeros de partido de ir a recogerla a su casa para salir desde allí hacia Valladolid.

Sin duda, estas dos circunstancias favorecieron las intenciones criminales de la madre y la hija, quienes la estaban esperando a las puertas de su domicilio. A las 17:17, sólo unos segundos después de salir de su vivienda, y cuando ya cruzaba la pasarela sobre el río Bernesga, una mujer se le acercó y disparó cuatro o cinco veces.

En ese momento en el parque de la Condesa, en la ribera del río, había un gran número de personas, muchos de ellos niños que jugaban aprovechando el buen tiempo que hay en la ciudad. Según describieron los testigos, se oyeron «como petardos», hasta cuatro o cinco. La pareja de Isabel Carrasco fue de las primeras personas en llegar al lugar de los hechos, pues le extrañaron la tardanza de la presidenta de la Diputación y esas detonaciones.
Vigiladas toda la noche

Entre los testigos había uno muy especial: un policía retirado que sin dudarlo salió en persecución de la madre y la hija, María Montserrat González Fernández y Montserrat Triana Martínez González, siempre a cierta distancia para no ser descubierto. En un determinado momento ambas se separaron, optando el agente por seguir a la de más edad. Mientras tanto iba dando novedades a la Policía a través del teléfono, que de esa forma pudo actuar con la máxima celeridad y eficacia.

La mujer se detuvo ante un Mercedes plateado estacionado en un chaflán de la Gran Vía de San Marcos, justo donde está el edificio de los sindicatos. En ese momento fue retenida por agentes de la Policía Local que colaboraban en el dispositivo. A los siete minutos llegó la hija, que igualmente fue detenida. La primera fue trasladada a la Comisaría de León y la segunda a la de San Andrés de Rabanedo, para que no pudieran comunicarse. Han estado toda la noche vigiladas para evitar posibles autolesiones.

En el coche se encontraron un gorro y unos guantes, pero no el arma homicida. Se sospecha que en los siete minutos pasados de una detención a otra la más joven pudo deshacerse de la pistola o revólver utilizado. Una de las hipótesis es que fuera arrojada al río -hoy los bomberos lo dragan para intentar localizarla-, aunque también se ha buscado en papeleras, contenedores y alcantarillas de la zona, sin resultado.

En cualquier caso está descartado que el arma fuera propiedad del marido y padre de las detenidas, el inspector jefe de la Comisaría de Astorga, quien ha declarado que no tiene un segundo arma, sólo la reglamentaria. Anoche se hizo un registro en la vivienda familiar de esa localidad leonesa en busca de más pistas del crimen.
Las dos mujeres, tranquilas

Las dos mujeres se han mostrado desde su detención muy tranquilas, aunque no han declarado por el momento. Será hoy cuando los agentes las interroguen y solo cuando concluyan todas las diligencias de investigación previstas serán puestas a disposición judicial.

León sigue conmocionada por un crimen «inexplicable y sin sentido», cuyo móvil es una venganza por motivos laborales. La hija de la víctima, veterinaria con residencia en Madrid, llega hoy a la ciudad, ya que ayer no viajo por el fuerte impacto psicológico recibido. A las doce del mediodía se espera al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, para visitar la capilla ardiente que se abre a las nueve en la sede de la Diputación.

Mientras tanto, se espera que con el paso de las horas se puedan aclarar todas las incógnitas que aún rodean este crimen espantoso.

AL MARGEN

Se ignoran los verdaderos motivos de este crimen que, presuntamente, pudiera considerarse politico al no existir otra actividad ajena en la fallecida. Las investgigaciones diran difinitivamente los motivos que ha dado lugar al mismo.