Horrorizado, me encuentro, al saber que en estos días del siglo XXI, pueda haber grupos defensores de una fe religiosa, capaces de secuestrar y vender como esclavas a más de 200 niñas, cuya única culpa, según sus raptores, es ir a la eacuela.
La propagación del Islam en el mundo, fué a través de la yihad, guerra santa, bien es cierto que toleraron el culto de otras religiones (cristianismo, judaismo, etc.). A su sombra florecieron, las artes, las ciencias y todo tipo de conocimientos. Muestra de ello tenemos muchas en España (Córdoba, Sevilla, Granada…) y también en Estambul, Damasco, etc. Todo ésto sucedía cuando el respeto y la tolerancia prevalecía sobre la intransigencia y el oscurantismo.
Por eso resulta inconcebible que grupos yihadistas, como el de Boko Haram, en Nigeria, puedan imponer su credo con acciones tan execrables como la de estos días. Y ésto sucede en el país más rico de Africa.
Me uno, pues, al rechazo más absoluto de la intrasigencia y la intolerancia y pido la liberación inmediata de esas inocentes niñas Nigerianas.

DESDE MI OTERO
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Francisco Javier Reverte Lledó