Nos ha llegado la hora de salir de nuestras casas y dar la cara ante el ayuntamiento. Los benidormenses no pueden, ni deben, seguir dejando que se este tratando el nombre de nuestra ciudad de la menera y forma que lo vienen haciendo.
Estamos, por desgracia, ante unos hechos que son imposible de torelar. La marca Benidorm no puede ser utilizada por personas o entidades ajenas a la ciudad. Que el Low Cost, pase a llamarse Low Festival, es cosa de dos empresas o personas que se estan aprovechando la la dejadez e inoperancia del responsable, o responsables, administrativo locales.
Los benidormenses debe, aunque sea por una sola vez, levantarse por el interes del pueblo y levantar la voz ante el ayuntamniento hoy mismo.
El Ayuntamiento debe oponerse al registro de una marca que pretende monopolizar la organización del Festival, frente al prestigio de la marca Benidorm.
Cuando ya habíamos asistido a toda una cadena de intereses y despropósitos en el contrato del Low Festival, todavía aparece una nueva artimaña. El pasado lunes 14 de abril, Producciones Baltimore S.L. ha solicitado el registro de la marca “BENIDORM LOW FESTIVAL” en la Oficina Española de Patentes y Marcas.
Ante el suspenso en el registro de la marca “LOW FESTIVAL”, por la oposición de otra mercantil y el más que lamentable proceso de contratación, esta empresa, elegida por Conrado Hernández, hace una huida hacia delante y pretende apropiarse del nombre de Benidorm para su marca del Festival. Se trata de toda una acción indigna para obtener beneficios empresariales a costa del nombre de la ciudad turística más importante de España.
Conrado Hernández, el pasado lunes, no pudo asistir a las Comisiones Informativas. Por tanto, debe explicar si también ese lunes estaba reunido con el empresario para solicitar el registro de la nueva marca. Si Conrado Hernández estaba al corriente de esta solicitud, no merece estar ni un minuto más como Concejal del Ayuntamiento de Benidorm. Si Conrado Hernández ha sido cómplice de un empresario usando el nombre de Benidorm, para monopolizar la organización del Festival, tendrá además que explicar cuáles son sus ocultos intereses y su obsesión en adjudicar el contrato a esta empresa.
Hasta ahora, hemos oído una y otra vez que el nombre de Benidorm no era lo importante para el éxito del Festival. Ahora ya parece lo contrario.
Hace solo unos días, el coordinador del Low Festival Sr. Joaquín Ruiz, lo decía bien claro: «Nosotros comenzamos en Alicante, pero cuando vimos que allí no podíamos crecer nos fuimos a Benidorm, con más plazas hoteleras. El 60% del público del Low se toma el festival como un plan de vacaciones». Solo los necios pueden negar la importancia de la ciudad y del nombre de Benidorm en el éxito del Festival.
Esto no es jugar limpio con el nombre de Benidorm. Mientras no lo explique o se oponga firmemente a este registro, Conrado Hernández se está convirtiendo en el obseso defensor de un empresario privado, postergando el interés público y el buen nombre de la ciudad. Esto es un despreciable acto de egoísmo empresarial, que espero no esté avalado por Agustín Navarro y Gema Amor.
Si esta empresa logra la titularidad de la nueva marca, tendrá el monopolio para organizar el Festival con ese nombre en Benidorm. El Ayuntamiento, en ese caso, tendría que doblegarse a la voluntad de este empresario para poder usar el nombre de Benidorm Low Festival. Ya no haría falta adjudicar el contrato por siete años, como quiere Conrado Hernández, pues tendría la exclusiva de la marca de por vida.
El Ayuntamiento de Benidorm, en sesión plenaria, como propietario del nombre de la ciudad y como titular de la marca “Festival de Benidorm” tiene más que argumentos suficientes para oponerse a que este empresario se haga con la marca “BENIDORM LOW FESTIVAL”. Esta marca solo debe tener un titular y ese titular deben ser todos los ciudadanos y ciudadanas de Benidorm, representados por su Ayuntamiento. El Ayuntamiento debe poseer la marca y licitar un concurso público para su organización.
Por encima de empresas con afán monopolista, de empresarios interesados y de concejales sin amor a su ciudad, debe estar el nombre de Benidorm. Nadie puede servirse del prestigio de una marca, conseguido por el esfuerzo de varias generaciones, para hacer negocio con el contrato del Festival.
Hasta aquí podríamos llegar. Hasta ahora era el interés desmedido de Conrado Hernández en contratar a un empresario determinado. Ahora estamos usando el nombre de Benidorm para que un empresario se haga con el monopolio del nombre del Festival asociado a Benidorm.
Benidorm, a 22 de abril de 2014
JUAN ANGEL FERRER AZCONA
CONCEJALNO ADSCRITO
Categorías:Benidorm















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