Siempre es bueno estar al tanto de lo que le pasa al vecino, no por cuestión de cotilleo, sino para aprender y sacar conclusiones de sus virtudes o de sus defectos. En las elecciones municipales francesas no ha habido ninguna sorpresa. Se mascaba el triunfo de la derecha, la derrota de la izquierda y la irrupción de la ultraderecha con cierto ímpetu. La derrota de la izquierda es por el efecto arrastre de la acción de gobierno de Hollande, que ha desilusionado al propio electorado de izquierdas. Los partidos de derecha han superado con claridad a los de izquierda en un terreno, el municipal, que casi siempre era ganado por la izquierda. Lo peor es la aparición con cierto empuje! del partido de Marine Le Pen, la ultraderecha. Preocupante, que un partido que no cree en Europa, que tan sólo cree en los franceses, renegando de todo el resto de seres humanos, y que se quiere cargar el Euro, pueda decidir en la vida política de Francia, pero será así porque los franceses lo quieren. Una abstención supeior al 37%, hasta ahora jamás alcanzada en Francia, permiten que partidos como el de Le Pen obtenga un 7% de votos, con muy pocas alcaldías, pero es que se han presntado en muy pocos municipios. Los pronósticos apuntan que ese partido antieuropeista gane las elecciones europeas del próximo Mayo. Contradicciones de la vida.
Por suerte en España de momento no tenemos partidos con ese perfil con fuerza suficiente. Bastante con tener partidos nacionalistas de carácter regional, como CiU, PNV, BNG, Compromís, etc. que se parecen al de Le Pen por su carácter excluyente.
Conclusion: el gobierno de una nación, en tiempos difíciles, quema y ejerce un efecto arrastre en todos los procesos electorales (Europeas, Municipales y Autonómicas).
Solucion: elecciones generales anticipadas en España, haciéndolas coincidir con las autonómicas y municipales de Mayo del 2015. Pero de ésto hablaremos otro día.

DESDE MI OTERO
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Francisco Javier Reverte Lledó