El episodio vivido con la concesionaria del agua potable y alcantarillado debe servir para la reflexión y para adoptar decisiones que puedan, en un futuro, mejorar este servicio. Si solo nos quedáramos con las divergencias del equipo de gobierno y con los titulares, se haría un flaco favor a los ciudadanos, que puede que hayan pagado tres millones de euros de más. Tres millones de euros, que también requieren depurar las responsabilidades políticas, administrativas y patrimoniales que fuese necesario.
La ausencia de un control efectivo sobre la concesión y la disparidad de criterios técnicos precisan de una solución a corto plazo. Pero, además, requiere de un planteamiento de futuro con la más importante de las competencias municipales. La distribución del agua potable y el mantenimiento del alcantarillado han supuesto uno de los mas importantes avances en el desarrollo de los municipios y las ciudades. Sin embargo, parece que en Benidorm el abordaje en la prestación de este servicio primordial es susceptible de mejora y, especialmente, de mayor participación municipal.
La concesión del agua potable y el alcantarillado en Benidorm se adjudicó en 1987 y tras dos prórrogas posteriores de 10 años, finalizará en julio de 2017, a mitad de la próxima legislatura. En estos treinta años, se han producido mejoras en la red siempre repercutidas al canon de la concesión, esto es, al recibo de los usuarios. La empresa concesionaria ha detentado como empresa privada única este servicio y el Ayuntamiento se ha limitado al control administrativo y técnico.
Sin embargo, actualmente hay una tendencia a la mayor participación de las administraciones locales en estos servicios. De hecho, se están produciendo remunicipalizaciones de los servicios en ciudades tan importantes y significativas como Berlín y Paris, esta ultima compartiendo grupo empresarial con nuestra concesionaria. En ciudades cercanas como Elche, Torrevieja, Murcia o Alicante, el servicio se ha establecido históricamente mediante una empresa mixta entre el ayuntamiento y una empresa privada que aporta su tecnología y su gestión.
Según la Encuesta 2012 de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España, un 36 % de la población es abastecida por un modelo privado de concesión. El 64 % restante lo hace a través del propio municipio, de una empresa pública o de una sociedad mixta.
En la Marina Baixa, la gestión del agua está bien fundamentada en el Consorcio Comarcal de Aguas, compuesta por los municipios de Benidorm, Finestrat, La Vila Joiosa, Altea, Polop, La Nucia y Alfaz del Pi. De estos, cinco comparten la misma empresa concesionaria y también varios comparten el mismo sistema de Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales. Por tanto, son muchas las infraestructuras y los servicios que históricamente han servido de forma cooperante a estos municipios. Hay experiencias suficientes en los servicios de abastecimiento de agua potable y alcantarillado en comarcas como en L’Alacantí, donde se unen en este servicio Alicante, Sant Joan d’Alacant, Sant Vicent del Raspeig, Monforte del Cid, Petrer, El Campello y Mutxamel, o varias áreas metropolitanas de grandes ciudades.
Por tanto, se pueden plantear, al menos dos directrices en el futuro de la gestión del agua para Benidorm. Por un lado, una mayor participación municipal en el servicio, bien mediante la remunicipalización o una sociedad mixta, y una necesaria comarcalización del ciclo completo del agua. Los beneficios económicos y empresariales de un servicio basado en estos dos principios tendrían que repercutir indefectiblemente en la mejora de la gestión, en la eficiencia de la administración municipal y, al final, en el recibo que pagan los ciudadanos por el agua potable que consumen.
De ese modo, considero necesario que el Ayuntamiento de Benidorm, como principal municipio de nuestra comarca, debe abrir un proceso de estudio técnico, jurídico y económico para encarar el futuro de esta importante competencia local como es el agua potable y el alcantarillado. Las posibilidades de la gestión directa, de una empresa pública o de una sociedad mixta público-privada deben explorarse para valorar su conveniencia. Son nuevos tiempos los que deben marcar nuevas estrategias en la gestión municipal. Son tiempos de una mayor presencia municipal en los servicios y de colaboración intermunicipal para buscar un mejor servicio a un menor coste.
Queda mucho tiempo para llevar a cabo este asunto, siempre lento y receloso, pero los ciudadanos se merecen de sus responsables políticos acciones encaminadas al interés general. En mi opinión, conseguir que Benidorm tenga mayor presencia en el servicio y que haya una mayor colaboración intermunicipal en la gestión del agua potable debe ser un reto para los próximos años. La Marina Baixa no puede considerarse como una amalgama heterogénea de municipios, sino como un área metropolitana compacta de más de doscientos mil ciudadanos y otros tantos turistas. Hay que ser inteligentes y valientes para abandonar viejas políticas localistas de campanario y fijar el objetivo en políticas comarcales y solidarias de gestión de servicios.
El Foro de Alcaldes de la Marina Baixa y el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa son dos espacios comarcales para compartir y debatir este tipo de iniciativas.
JUAN ANGEL FERRER AZCONA
CONCEJAL NO ADSCRITO
Benidorm, a 6 de marzo de 2014
Categorías:Benidorm














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