La mañana transcurre con un tiempo apacible, temperatura primaveral, sin lluvia, por el litoral valenciano. Pero yo me voy a mojar.
Mi amiga Blanca, posteó ayer en su muro la imagen de un niño con pocas semanas de gestación sobre la palma de la mano de una persona; indefenso y necesitado del calor y cuidados debidos para salir adelante.
Estos dias se habla y se discute sobre la nueva ley del aborto propuesta por el PP. Un tema que siempre desata pasiones y duros enfrentamientos dialécticos entre unos y otros.
En primer lugar, es obvio que como hombre no puedo quedarme embarazado y por tanto nunca sabré lo que se siente en tal estado, que es un privilegio único de la mujer. Sí tengo madre, tengo mujer, amigas … , a las que veo todo el amor que vuelcan en el cuidado de sus hijos. Ellas trabajan fuera del hogar y en casa, y aún tienen energia para criar a sus hijos, incluso cuando éstos están malitos. La mujer es una criatura única, por ello creo que ninguna de ellas sea feliz cuando tiene que abortar. Por eso creo que nunca se debería condenar a una mujer, ni penal, ni socialmente, por tomar esa decisión que de por sí debe ser muy dolorosa y que seguro les marcará de por vida.
También quiero ser sincero con ustedes y decirles que no me he leído ni la ley del aborto vigente, ni el nuevo borrador propuesto. Supongo que como la inmensa mayoría. Por eso no puedo entrar en tecnicismos legales.
Lo que tengo claro es que yo no haría una ley del aborto, de hecho derogaría la actual. Si que haria una ley de defensa y promoción de la vida, en la que recogería todo tipo de medidas educativas, laborales, sanitarias, sociales, etc. que » incentivasen » el nacimiento de un niño, prestando a la mujer, a sus padres, a la sociedad, todos los recursos necesarios para un crecimiento y cuidado necesario para lograr su mejor desarrollo. Nunca penalizaría a la mujer. Nunca con medidas coercitivas.
Ya me he mojado : No al aborto, Sí a la vida.

Francisco Javier Reverte Lledó