Mi espiritu de observación, ya me llevó a principios de los 80, al iniciar mi traajo como farmacéutico, a observar que cuando llegaban los períodos vacacionales de Navidades, Semana Santa y verano, se activaba el desarrollo de enfermedades catarrales y gripales. Yo lo achacaba a que al venir gente de fuera, portaban flora microbiana ajena al lugar y ellos a su vez no estaban adaptados a las locales, con lo cual, las defensas del organismo no estaban preparadas, apareciendo las infecciones. Normalmente todo se aceleraba por cuestiones climáticas. En uno o dos meses se producía un barrido que afectaba a gran parte de la población. Comprobé que los vacunados por la gripe se libraban en su inmensa mayoría. Lo más que cogían era un catarro. Mis ventas de antigripales y antibióticos se disparaban. Les hablo de un pueblo pequeño de Guadalajara, que contaba entonces con 228 habitantes: El Pobo de Dueñas.
La famosa pandemia de la gripe A que surgió en 2009 y tuvo en alerta a todo el mundo, ha vuelto a brotar y parece que es por Aragón donde se hace más visible, afectando a personas con factores de riesgo, es decir, que padecen enfemedades crónicas que recomiendan su vacunación.
Las autoridades sanitarias tienen protocolizado la actuación en casos omo éstos. A los posibles afectados sólo nos cabe acudir a nuestro centro sanitario más próximo y seguir las instrucciones de los profesionales sanitarios. Es aconsejable tener en casa el paracetamol, evitar los sitios muy concurridos, los lugares con mucha niebla y cambios bruscos de temperaturas sin estar debidamente abrigados.
Estamos en invierno y la mantita es de agradecer. ¡ Cuídense !.

Francisco Javier Reverte Lledó