La desintegración de la URSS en 1991, hizo que surguieran 15 nuevos estados en la Europa del Este. Los avatares acaecidos en ellos han sido numerosos en los 22 años transcurridos. Algunos paises, como Rusia, han pasado grandes calamidades, incluida el hambre, recuperándose luego gracias a la riqueza que aportan el petróleo y el gas, básicamente.
Ante este panorama, Rusia no se resigna a perder a sus antiguos socios, y la Unión Europea ve una oportunidad de cortejar a sus antiguos enemigos, pensando en que los intercambios económicos pueden ampliarse y que una futura adhesión de nuevos paises, pueden hacer más fuerte a La Unión.
Vivimos estas tensiones ahora con Ucrania, que ha rechazado la firma de un acuerdo con Europa, por las presiones del gobierno de Putin.
Confiemos en que esa cuerda que nos debe mantener unidos a todos, incluida Rusia, ¿ por qué no ?, no llegue a romperse nunca y sea lo contrario, que surjan buenos nudos entre un lado y otro.