No es todo oro lo que reluce y aunque el Iberia Festival supongo un evento musical de primer orden y a la vez de promoción turística de la ciudad, esta primera edición por si no es la última, ha pasado por más pena que gloria. No se ha llenado su recinto, aunque la organización estimaba en un 90 % de ocupación sobre el foro de la Plaza de Toros, que tendrá alrededor de 10000 plazas disponibles aproximadamente.
El cartel, más que prometedor con lo mejor de los grupos musicales de la movida y con lo que ello representa, no los puedes cerrar en un recinto cerrado como si fuera una ganadería de toros bravos. Este tipo de eventos necesita espacios abiertos, múltiples, dónde el asistente se pueda mover con libertad, no lo obliguen a estar en un recinto cerrado durante un número de horas y a consumir obligatoriamente lo que la organización allí tenga. Además, se debe tener un detalle con el ciudadano de Benidorm, que es el que realmente soporta este tipo de festivales, y sinó que se lo digan a los que allí residen. Al estar dicha plaza de toros, en el casco urbano de la ciudad y en una zona de las más pobladas, pues afecta a mucha gente, no habiendo contado para nada ni habiendo explicado por parte de la organización lo que allí iba a acontecer.
Desde aquí, por lo menos yo, me siento muy defraudado con este festival. Nunca he tenido problemas para asistir a estos eventos en calidad de periodista, y desde este medio se le ha cubierto todo tipo de información y realizado todo tipo de publicidad.
m.m.