Este fin de semana se ha celebrado el Orgullo Gay de Benidorm, en su tercer año desde su comienzo y por segunda vez, destacando el celebrado la tarde del sábado 14 de septiembre y que partió desde el McDonald´s del Rincón de l´Oix pasando por toda la Playa de Levante para concluir en la Plaza de la Constitución, centro neurálgico del ambiente gay de la ciudad.
Hay que destacar las ganas por parte del colectivo gay a través de su asociación LGTB de Benidorm y comarca, pero con ganas solamente no puede hacerse un evento de este tipo. Aparte de la primera edición, que además de contar con un desfile dónde no faltó de nada y actos de todo tipo por toda la ciudad, este año le ha faltado el ambiente que un evento de este tipo necesita. Sin el patrocinio o subvención municipal por parte del Ayuntamiento, que se hizo cargo del patrocinio en su primera edición y el no estar implicados los principales negocios gays de la ciudad, a este evento le ha faltado consolidarse, queriendo llegar más alto, pero quedándose en un atisbo de esperanza que no se sabe cuánto tiempo durará.
Benidorm necesita de estos eventos para crecer como ciudad y consolidarse como principal destino turístico del país. El colectivo gay, además ve con buenos ojos celebrar el Orgullo Gay, después del de Madrid, que es el más clamoroso, como cita para expresar un tipo de vida y la libertad que merece expresar el tipo de sexualidad que uno quiera tener; una manifestación cultural que no sólo es una fiesta de un determinado colectivo.
No se puede utilizar políticamente este tipo de eventos para capturar votos, como han pretendido algunos partidos políticos ni se puede discriminar un evento de este tipo, porque a ciertos empresarios hoteleros no les interese alojar en sus establecimientos a ciertos colectivos gays.
La Asociación LGTB de Benidorm y Comarca debe sentarse junto a empresarios de la ciudad, Ayuntamiento y organismos provinciales e intentar todos juntos conseguir hacer un evento que sea un atractivo para conocer la ciudad y hacer partícipe a todos aquéllos que quieran ver como un colectivo celebra una fiesta que no solamente llega a las personas lgtb, y saber a dónde quieren llegar. Todo es cuestión de tiempo, pero no pueden convertir un evento solamente en una charanga o carnaval, aunque a primera vista así parezca, debe ser algo más que eso.
Manolo Mora