Benidorm

EL JUICIO DEL CASO ERIAL QUEDA VISTO PARA SENTENCIA

Zaplana, en su última palabra: «Ejercer la política ha sido un privilegio, aunque me haya traído aquí» 

Rosana Crespo

Foto: DANIEL GARCÍA-SALA
 Foto: DANIEL GARCÍA-SALA

El juicio del caso Erial ha quedado este jueves visto para sentencia poco más de dos meses después de su inicio y en una intensiva sesión de seis horas en la que la mayoría de abogados han expuesto sus informes de conclusiones. La jornada ha llegado a su fin con los turnos de última palabra. 

El exministro Eduardo Zaplana ha hecho uso de ella para realizar un alegato más político que jurídico en lo que ha parecido una segunda despedida, muchos años después, de la presidencia de la Generalitat: «Estos días, escuchando las pruebas practicadas y los relatos, ha sido imposible no recordar los tiempos dedicados a la vida pública, que casi coinciden en el tiempo con el periodo que se ha investigado. De toda esta etapa, los recuerdos gratos superan a los ingratos y los he intentado asumir con responsabilidad. En este momento difícil para mí, sigo manifestando mi satisfacción y orgullo por mis años de dedicación a la vida pública y a la presidencia de la Generalitat. Ha sido un privilegio, aunque su ejercicio me haya traído aquí«. 

Zaplana ha indicado que a lo largo de este procedimiento «se ha querido trasladar una imagen y una idea de mí, de un grupo criminal que usa y abusa de sus relaciones personales«. «Siempre me he tenido como buen amigo de mis amigos y cuando he podido hacer un favor lo he hecho sin ninguna contraprestación«, ha añadido. 

El expresidente de la Generalitat ha proseguido. «También ha sobrevolado en esta sala la imagen de una persona que se dedica a esconder su actividad y parte de su vida de una forma prácticamente paranoica por no sé qué miedos y amenazas», ha dicho. 

Zaplana ha asegurado que «todos» sus bienes son los que se analizan en la pericial económica que aportó en la causa estando en prisión. «No hay más», ha afirmado. «Después de registros, 9 meses de prisión, comisiones rogatorias e investigación de mis agendas, digo lo mismo que al principio: no he cometido nunca ninguna ilegalidad al frente de la Generalitat y no tengo dinero en el exterior«, ha zanjado.  

Seguidamente a su intervención, el ‘rejonazo’ ha estado patrocinado por el que fuera jefe de Gabinete de Zaplana, Juan Francisco García, uno de los conformados con la Fiscalía y el cual ha usado su último turno de palabra para replicar al letrado del exministro en su informe de ayer miércoles

«Todo lo que declaré es absolutamente verdad. No son interpretaciones ni aseveraciones sobre aspectos que no haya conocido directamente. Desgraciadamente, participé en una serie de hechos que he reconocido como parte de la justicia restaurativa. Quiero estar tranquilo con mi conciencia y que nadie pueda decir que he mentido o que he sido inmoral», ha comentado. 

García ha insistido en que no le regaló dos millones de euros a Zaplana y ha comentado que «difícilmente se puede entender» que realizara operaciones al margen de su superior (en referencia al exjefe del Consell). «Menos todavía», ha añadido, con Juan Cotino, quien en aquel momento «tenía acceso directo» al dirigente.  

«Ayer se nos dijo que las conformidades fueron clandestinas. La última vez que yo hablo con Zaplana es en su domicilio en presencia de uno de los acusados. Le expliqué que estaba iniciando un proceso de acuerdo en este procedimiento y que como amigo suyo le recomendaba que hiciera lo mismo. Le dije que pensara en él, en su familia y en una serie de personas como Mitsouko, Elvira y Saturnino Suances o Paco ‘El Gasofa» porque su suerte iba a estar ligada a él. Pero me dijo que no», ha relatado.

También ha hablado Joaquín Barceló, el amigo de la infancia del exministro y conocido como ‘Pachano’, otro de los conformados. Ha querido matizar los testimonios de algunos testigos a lo largo del juicio. 

El resto de acusados no han ejercido su turno a la última palabra y el presidente del tribunal, Pedro Castellano, ha pronunciado las esperadas palabras: «Queda visto para sentencia».